Fotos by Alfredo Selas
Es conocido que una de las más ancestrales formas de estimulación de la libido (y por tanto utilizada desde la antigüedad como afrodisíaco) es la ingesta de vino. Ahora conocemos sus propiedades como relajante de mente y cuerpo; como reductor de la ansiedad; como agente que sirve para desinhibir o simplemente reducir posibles torpezas o timideces a la hora de la interacción social.
Los vinos por su naturaleza poseen la magia de facilitar, o mejor, de añadir ese punto de atracción sensual en todo tipo de encuentros entre personas. ¿Por qué? Además del componente alcohólico, los vinos de calidad –cuando se tiene la copa en la mano- resultan refinados y elegantes. O si no, examina el fuste y el cáliz de la copa con sus curvas, su fino tacto y Leer más