¡Qué bueno! Si un artista de la talla y calibre del músico escocés (de donde es mi hija Iona M. Selas, por cierto) dice que le encanta el vino y España; y además menciona el vino de La Rioja… es para sentirse felices y orgullosos. Felices por compartir los mismos gustos; y orgullosos por la parte que le corresponde al vino riojano, y también al aprender que lo que uno lleva exponiendo (para extender la cultura del vino de La Rioja) en este blog desde 2009 quizá no sea una tontería.
Me explico. Ya sabemos que en Londres se vende el vino de Rioja. Pero el Reino Unido es muy grande. Y cuando uno va hacia el norte, a Glasgow – de donde es Mark Knofler- la realidad para las bodegas riojanas allí es paupérrima. ¡Qué se le va a hacer! Los escoceses saben vendernos bien sus güisquis… mientras que no sucede al revés con los vinos riojanos. Sigo diciendo que hay una asignatura pendiente en ese campo.
Pero bueno, tenemos lo que tenemos. Y ahora el bueno de Mark está en España, el maestro hacedor de tantas composiciones, presentando su nuevo disco. Y es un gustazo comprobar que, con la madurez, no cesa su genio creador a la vez que dice descubrir cómo una copa de vino es el contrapunto perfecto para serenar y agradar ciertas horas del día. En la juventud, te puede gustar un whisky y escuchar SULTANS OF SWING, luego llegan temas como THE LONG ROAD, o DARLING PRETTY, que piden a gritos escanciarse una copa de MIRTO 2008… y soñar que hay otros mundos.
Por eso, si el genio de la guitarra y autor de temas maravillosos no se hubiera ido a Londres, y después haber viajado por muchos países con sus conciertos (¡qué maravilla el que disfruté en Bilbao en 1992!)… quizá no hubiera llegado a saber de esas otras fuentes de placer que son esos vinos fantásticos. Estoy escuchando ahora mismo el tema ON EVERY STREET, del disco del mismo nombre; sublime en su sencillez, en su ritmo, en su orquestación, semejante a un PUJANZA NORTE 2007. No, no estaría nada mal que los británicos pudieran encontrar en cada calle una tienda donde comprar una botella de rioja.
Ahora que se está celebrando una nueva edición de EL RIOJA Y LOS CINCO SENTIDOS – que, por cierto, vuelvo a decir que podía ser mejorable cuando no que se reinventara enteramente- decir que se debe apostar de verdad por la promoción de los vinos riojanos vinculando esta -de verdad y con fundamento- en base a dos consideraciones irrevocables: la consideración de los vinos como vehiculadores de placer sensorial, y la premisa de transmitir eso poniendo en valor la eficacia de quienes producen los vinos con sus trabajos e inquietudes culturales.