En los tres viernes previos a las navidades hemos celebrado con evidente éxito en el Cervantes de Miranda de Ebro -un local típico de tapas, cafetería y comidas casuales- sesiones de cata y maridaje. Vinos de diferentes zonas, tipos y estilos; algunos catados en primicia (como el clarete aún sin filtrar de la bodega del Presidente del C. R. de la DOC Rioja) con muestras preparadas especialmente por Jorge Lecea. Por supuesto no han faltado los vinos generosos del Marco de Jerez ni el cava genuino, tanto de la denominación cava como fuera de ella.
“Como catar vinos con más de cinco sentidos” fue la primera actividad donde ofrecí claves de apreciación sensorial necesarias para disfrutar más plenamente del uso de nuestros sentidos; de todos. Probamos vinos de Gonzalez-Puras, bodega familiar de San Asensio, así como elaboraciones varietales de la familia Villar-Santamaría de Camprovín, junto a otros de diferentes zonas vinícolas.
“La tipicidad de los vinos y el jamón ibérico de bellota” fue la segunda actividad. Todo un éxito por el planteamiento de la misma: un jamón ibérico de bellota cortado “in situ” más otras otros manjares; blanco en rama, tintos de rioja y de otro lugares, más el concurso necesario de dos maravillosos vinos generosos de González Byass como son Tio Pepe y Alfonso oloroso junto a otras sorpresas como “El vuelo de la bellota”.
Y finalmente “Un viaje alrededor de los cavas” otra sesión concebida para hablar de la fantástica aceptación que tiene el cava en todos los mercados de cualquier parte del globo terráqueo, que se debe a su consideración como lujo razonable. Los cavas son vinos versátiles, amables y diáfanos a pesar del misterio de las burbujas. Y a ello contribuye el hecho de haber logrado encontrar su propio perfil que los diferencia de los vinos de Champagne; por caminos diferentes, pero igualmente ofrecen perfiles equilibrados.
Degustamos principalmente dos espumosos de la gran oferta de Freixenet; y también disfrutamos el placer de saborear el trabajo sensible de Raventós i Blanc con su viticultura sostenible en la conca del Riu Anoia, con su DE LA FINCA 2011, un brut fruto de viñedos ecológicos. De verdad que el vino es un prodigio de autenticidad con burbujas finamente cremosas. Un cava de peso, que da lo mejor de sí poco a poco, como los grandes tintos. Pero en realidad es muy ligero con sus burbujas finas y chispeantes (recordemos que la pequeñez, finura y continuidad de las burbujas está en relación directa no sólo con el tiempo de crianza del cava sino también con la temperatura más baja en que haya tenido lugar esta). En nariz es muy limpio, perfumado de notas frutales (cítricos) y lías finas; en boca es fresco, con nervio, cremoso y sabroso; sorprende su finura y estilismo.
O sea, que las fiestas navideñas están servidas. Salut para todos.