Ciertamente la joya de la corona del turismo en La Rioja es Ezcaray. Aunque no esté relacionado con el vino, la belleza del enclave, a los pies de la Sierra de la Demanda, en un ambiente natural de montaña, reclama su obligada visita. Sus atractivos paisajes, el encanto de toda la zona, la variedad de oportunidades de ocio que atesora, su oferta de ocio y restauración seducen y atraen a visitantes en verano o en cualquier otra época del año.
Estuvimos en Ezcaray el sábado pasado con motivo de sus fiestas y sobre todo para disfrutar, en EL COLMADO, una cata vertical de vinos de B. Urbina, en una experiencia realmente bonita: a la puerta del establecimiento en plena calle. Como es normal en la zona, en pleno Agosto la temperatura a las ocho de la tarde era fresquita, pero eso sí, una cantidad ingente de personas paseando y llenando bares y terrazas.
El Colmado es una tienda de vinos y productos de la tierra con larga raigambre en el pueblo, fundada por Matías Esteban, fino y sensible apicultor de Ezcaray, entregado en su incansable trabajo con las abejas, con esa pasión que transmite en sus mieles todo el sabor, la enjundia, el paisaje, la cultura del entorno único de sus panales en un ambiente climático de altitud; y ahora sus hijos, Guillermo y Daniel, que están continuando la saga familiar de atender al público en la tienda, ofrecen en los sábados de Agosto una serie de catas de distintos productos “gourmet” que están disponibles a la venta en la tienda. Chocolates, aceites, quesos, cervezas, vermuts… y en esta ocasión grandes reservas especiales (2010, 2006, 1997) que Pedro Urbina presentó al grupo de personas congregadas que disfrutamos esos vinos maravillosamente frescos y lozanos en su longevidad.
Bienvenidas sean estas experiencias.