De nuevo un domingo por la noche (momento perfecto para los buenos propósitos del día siguiente) veo un spot publicitario, que ya ni me llama la atención, más de lo mismo… pero me puede la curiosidad y lunes me voy al supermercado a comprobar la etiqueta del producto.
Si vemos el vídeo del anuncio, que comienza haciéndonos una pregunta: ¿todavía renuncias al placer? Yo creo que nos tratan de convencer de que un producto como éste puede incluirse en nuestra dieta (esa que vamos a retomar el lunes).
Ya queda claro en las imágenes que apenas nos aporta un 1,6% de grasa, que por si nos quedan dudas nos lo dicen, bajo en grasa. Efectivamente lo es. Según el reglamento nº 1924/2006 sobre declaraciones nutriciones, el contenido en grasa es el que corresponde para poder alegar “bajo en grasa”
“Por fin”, bueno, por fin no, que hace tiempo que comercializan yogures con este contenido en grasa, no es nada nuevo en lo que a grasa se refiere. Recuerdo haber hecho una mención en mi página de Facebook hace casi un año sobre este tema, a raíz de otro anuncio. Esto me hace pensar en la importancia del marketing, debe ser que en esta época del año muchas mujeres se ponen a dieta, y digo mujeres porque siempre van dirigidos a nosotras estos mensajes publicitarios.
Volvamos al concepto que yo quiero aclarar en realidad, el contenido en azúcar; esta sustancia añadida en tantos alimentos pero que no nos mencionan…
Ya imaginaba que el azúcar sería un ingrediente imprescindible, si quitamos grasa, algo tendremos que añadir para que esté sabroso (y personalmente no estoy de acuerdo, me gustan los yogures naturales sin ingredientes añadidos, incluso los de esta marca).
Lo que no imaginaba es que la parte láctea del producto no es la única que contiene azúcar, sino también la “irresistible capa de fruta”.
No me extiendo más, creo que queda entendido mi mensaje.
A la marca comercial yo le recomendaría lo siguiente: pongan ustedes un anuncio que proponga uno de sus productos sin azúcar añadido (un yogur natural, por ejemplo) mezclado con frutas y frutos secos, buenísimo en mi opinión y absolutamente recomendable por un Dietista-Nutricionista. De esta manera, nuestro colectivo se ahorrará mucho trabajo contraindicando a los pacientes y os apoyará en el consumo de vuestros productos.