Hace unos días, un paciente me propuso la idea de consumir agua hidrogenada para mejorar su hidratación y antes de preguntarle quién le había recomendado esto ya se me arrugaba la frente…
Realmente mi curiosidad no buscaba conocer el autor de tan “beneficiosos” consejo, sino el argumento utilizado para convencerle de este cambio en su tradicional forma de hidratarse.
“Esta agua es antioxidante y además hidrata mejor las células”
Vale, vamos por partes:
Pero no es suficiente argumento, claro, el agua hidrogenada hidrata más.
En realidad esto no es una nueva moda, viene de lejos, parece ser que lo que se ha quedado anticuado es llamarlo agua alcalina, que ya tuvo su pico de fama hace unos años, pero viene siendo exactamente lo mismo.
Se supone que este tipo agua contiene una carga de hidrógeno adicional, es decir, pasa a contener más hidrógeno que oxígeno (exactamente igual que el agua de toda la vida, H2O) convirtiéndose de esta manera en una bebida con un pH más alto y que, por tanto, alcaliniza nuestra sangre.
Cierto es que el oxígeno oxida, como argumentan en su campaña, pero también es absolutamente necesario para la supervivencia de los humanos, de todos los humanos, así que no me vale que me comparen esta oxidación con el tabaco, contaminación o estrés…
No sólo el agua, muchas dietas basan su supuesto éxito en la modificación del ph de nuestra sangre a través de los alimentos, en este caso, el agua.
Nuestro pH varía en función de qué parte del cuerpo hablemos, en el caso de la sangre, es más bien neutro. Y si en algún caso algo tiene que modificar el pH de “otro algo” es nuestro organismo el que lleva la batuta, de hecho, de lo contrario, podría peligrar seriamente nuestra salud.
En resumen, que no, que el agua alcalina o hidrogenada o del manantial de un monasterio exótico no hidrata más que el vaso de agua que nos da nuestra abuela, ni previene más del envejecimiento que la del grifo.
Por cierto, actualmente se puede adquirir la máquina ionizadora de agua por unos 900 euros, un precio bastante razonable para una estafa de semejantes dimensiones.