En defensa del malo
Escribo hoy para defender al peor tipo que conozco. A alguien de quien preferiría, para ser sincero, que no estuviera vivo. O mejor aún: que nunca hubiera nacido. No puedo en realidad defenderle a él; ni aunque fuera abogado. Pretendo defender su derecho, y eso tampoco es agradable; digamos que me resulta desagradablemente necesario. No […]