Aunque usted pertenezca a esa casta de los que detestan el cine español (así, en general, como si fuera un género en sí mismo) le recomiendo que esta noche vea la gala de los Premios Goya. No hace falta que se la trague entera. Le bastará con presenciar la entrega del galardón de honor que este año le conceden a Jesús Franco en un acto de justicia a un director, productor, actor, montador y hombre orquesta que a sus 79 años tiene en su haber casi 200 películas.
¿Que no le suena? Es probable. Él mismo ha enmascarado su figura tras pseudónimos como Clifford Brown Candy Coster, Rick Deconinck, Raymond Dubois, Jess Franck, Manfred Gregor, David Khune, Frank Manera y un etcétera infinito. Tan ingente como la batería de obras que plagan su filmografía y que sólo es posible revisar en sesiones de madrugada de alguna televisión local donde reponen títulos de saldo.
El propio Franco jamás ha hecho gala de la calidad de sus films. Porque, según sus propias palabras, lo suyo ha sido (y es) una pasión compulsiva por el cine que le lleva a rodar y rodar de todo y todo el tiempo. Lo dijo en Actual en 1998. En uno de esos coloquios que programaban entonces en el Círculo de la Amistad y donde contaba, mientras encendía un pitillo con otro, cómo en una película bélica usaba el plano de unos soldados cutres subiendo una ladera y en la siguiente (policiaca, de terror, erótica) incrustaba la toma en que los extras bajaban para aprovechar el metraje. Un artista (sic) maldito en sentido amplio que en la recta final de su carrera ha escrito su guión más retorcido para que el cine español tire de memoria histórica y grite hoy al unísono : ¡Viva Franco!
PD: La foto es de Raquel Manzanares y fue tomada en la cafetería del Círculo de la Amistad. Junto a Franco aparece uno de sus discípulos, el valenciano Manuel Romo autor del (digamos) incomparable Faloman. Aunque no sale en la imagen, también participó en la charla Paco Plaza. Por entonces era un chaval desconocido y un poco freak que acaba de rodar Abuelitos. Con el tiempo se ha convertido en un director fetén. Suyo es, por ejemplo, REC, codirigido con Jaume Balagueró