Adalid del necesario protagonismo de los autónomos en tiempos de crisis, Lorenzo Amor (Córdoba, 1965) presentó al presidente de La Rioja el parecer de la federación nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) sobre la Ley de Emprendedores en la que trabaja el Gobierno regional.
-¿Cuál es la llave para abrir esa puerta del empleo y el crecimiento que sigue atrancada?
-Básicamente, la confianza. La del consumidor y la de los empresarios está bajo mínimos, pero es que la confianza general en el país anda por los suelos. Ello obliga a todos a un ejercicio de responsabilidad.
-¿Serán la Ley de Emprendedores que pergeña el Gobierno central y la que prevé La Rioja parte del antídoto para revertir la situación?
-Desde luego son necesarias ya que los autónomos y emprendedores suponen una parte vital de la economía, representan el 80% del tejido empresarial y son una pieza medular en el autoempleo. A pesar de ello, se topan con problemas que la Ley debe resolver como la reducción de costes, la eliminación de trabas burocráticas, el acceso al crédito con canales alternativos y otros cambios legales. Por ejemplo, no es de recibo que los autónomos deban adelantar este trimestre 250 millones por el IVA de facturas no pagadas.
-¿Dónde queda la “alfombra roja” para los emprendedores y autónomos que acuñó el Gobierno del PP al llegar a La Moncloa?
-El autónomo no quiere “alfombras rojas”: le basta con que no le pongan piedras en el camino. La administración debe ser un aliado y, sin embargo, aún estorba en muchos aspectos. Montar un negocio, por pequeño que sea, exige múltiples certificados y acudir a instituciones diferentes. Y, por otro lado, está la morosidad pública. Sigue habiendo ayuntamientos que pagan a 90 días cuando la Ley marca 30 y no pasa nada, pero cualquier ciudadano cuando comete una infracción se le sanciona inmediatamente. Si no hay empleo como el que fomentan los emprendedores no hay consumo ni, por tanto, recaudación. Es una espiral que demuestra que si se sigue asfixiando a quienes generan empleo se estrangula a toda la economía.
-¿Son suficientes la reformas adoptadas hasta el momento? ¿De qué forma medidas como, por ejemplo, el plan de pago a proveedores han permitido algún avance?
-Las medidas que se han adoptado hasta ahora, nos guste o no, han salvado de la quiebra al país. Y medidas como el plan de pago a proveedores han sido una de las más importantes para la economía nacional desde el inicio de la crisis. El problema es que justo después se implementó la subida del IVA que ha sido un hachazo para el consumo y, por otra parte, sólo se contemplaba cubrir las facturas anteriores al 1 de enero del 2012 cuando tras esa fecha se ha ido generando otra vez una situación de morosidad importante. Y, como remate, la asignatura pendiente de la financiación con un dato elocuente del Banco de España: mientras el crédito a las administraciones crece el 19%, el de las empresas y autónomos cae el 8,5%.
-¿También la controvertida Reforma Laboral ha ayudado?
-A los autónomos no nos ha ido mal con ella, y en el 2012 nuestro colectivo generó 74.000 empleos netos. Una reforma de este tipo no crea ni destruye puestos de trabajo en sí misma, sino que fija un marco de relaciones que puede utilizarse de forma perversa o ayudar. Así ha sido en el caso de lo autónomos, donde de la alternativa de indemnizar con 45 días o cerrar se ha pasado a una flexibilidad que, además, ha facilitado una complicidad entre el pequeño empresario y sus trabajadores con un fin común: mantener la actividad por el beneficio de ambos.
-¿Se conseguirá con todo ello recuperar algo el rumbo el próximo año como vaticina el Gobierno?
-Igual que en el 2007 la estadística reflejaba la crisis pero la economía real no lo percibió hasta un año después. Es posible que en el 2014 los indicadores mejoren aunque tardaremos en ver sus efectos en el día a día. La crisis está siendo dura y hay una cosa clara: los problemas del futuro no se solucionan con recetas del pasado. Se necesitan a veces medidas innovadores e incluso habrá que romper algunos tabúes.
-¿Por ejemplo?
-Reformar el sistema de pensiones para buscar su sostenibilidad y contener la base de ese gran sistema piramidal. Además, teniendo en cuenta que el problema de España es de gasto y no de ingresos, tocar el capítulo I de las administraciones. No digo que sobren funcionarios ni que haya que recortar en Sanidad y Educación, sino que la Administración exige una honda reestructuración.
Fotografía: Miguel Herreros