La Rioja reabrirá Atención Primaria a los inmigrantes irregulares, zanjando así una cuestión insostenible en un escenario global después de que el Real Decreto 16/2012 atrancara la puerta de acceso al sistema sanitario básico a los ‘sin papeles’ invocando razones económicas. La decisión, gestionada aquí de la mano de Cruz Roja y Cáritas, alinea a la comunidad entre las que han dado el paso para revertir la coyuntura no sólo por razones de solidaridad sino de salud pública para el conjunto de la población. Y de paso, demostrar cómo la voluntad política es capaz de superar presuntas trabas administrativas y/o partidistas dejando en el camino una estela de contradicciones. Por ejemplo, el discurso defendido hasta hace cinco minutos de que se ha atendido con normalidad a cualquier irregular más allá de las restricciones impuestas, o que La Rioja se sumaría al criterio que se unificara para todos los territorios. Si ahora se entornan las puertas de Primaria es que antes estaban cerradas; y si ahora no representa una alteración «significativa» de la organización y la sostenibilidad sanitarias, cuesta entender por qué sí lo era la anterior legislatura aunque tampoco haya noticias de que todas las comunidades vayan a seguir un patrón unívoco. Con esas claves, no resulta inocente que la atención a este colectivo copara el debate del primer pleno de un Parlamento sin mayoría absoluta. Ni tampoco que haya sido la primera medida de alcance solemnizada por el sucesor de Sanz.
Fotografía: Juan Marín