Francisco Javier Garrido (Logroño, 1974) toma las riendas de un partido ambivalente. Desde que en abril del año pasado una gestora asumiera el mando en La Rioja, Podemos ha vivido tantos conflictos internos como éxitos electorales. Tras imponerse en las primarias a la candidatura de Luis Illoro, “Kiko” Garrido se fija como objetivo reforzar los círculos, el protagonismo social del partido y “volver a traer” a los que una vez se fueron.
–¿Qué garantías hay de que las elecciones han sido limpias y Madrid no anulará su ejecutiva como hizo con la de TJP de Raúl Ausejo?
–Nunca he hablado de TJP porque no sé lo que pasó. Es algo que llevó directamente la Comisión de Garantías nacional y confío en la decisión que se tomó a partir de las pruebas e informes practicados. Hay que entender que Podemos trata de abrirse al máximo a toda la ciudadanía y en un proceso participativo tan complejo es normal cometer fallos. Hace un año éramos un partido muy joven y ese tipo de problemas han ido solventándose. Ahora es imposible hacer trampas porque hay hasta tres barreras de seguridad para garantizar que la votación es correcta.
–¿Cómo se entiende que la interinidad organizativa haya coincidido con la eclosión electoral en La Rioja reflejada en cuatro diputados regionales y una nacional?
–La marca ha tenido un efecto arrastre, pero también es evidente la solvencia de nuestros candidatos. Por otro lado, en este tiempo el partido se ha orientado en La Rioja como una maquinaria electoral que ha tenido sus frutos, aunque dedicar tanto tiempo al cúmulo de comicios ha descuidado su contacto con la calle, su estructura y organización. Podemos es un partido en movimiento donde es tan importante la pata institucional como la que tenemos en los círculos en forma de herramienta para elevar todas las necesidades de la gente a los diferentes foros.
–Ha sido también un año de turbulencias internas con las críticas de TJP, la desaparición de círculos, el “informe Cantabrana”…
–Respecto a Germán (Cantabrana) desconozco el caso y sólo sé que hubo alguna filtración. El grupo parlamentario es independiente y desde el primer instante he hablado con su presidenta para ponernos a su disposición. La de TJP es una cuestión que nos hizo mucho daño como partido y entre los simpatizantes. Se generaron dos bloques y mucha gente se fue enfadada, defraudada o simplemente confusa, haciendo que muchos círculos se erosionaran. Nuestra labor es apuntalar la organización y volver a generar la ilusión perdida. Recuperar los valores de participación, transparencia y democracia y que quien confío una vez en el partido vuelva a él.
–Las diferencias también se han expresado en las primarias entre su candidatura y la oficialista…
–… Todos los candidatos éramos oficiales y la dirección nacional ha mostrado su imparcialidad no interfiriendo ni decantándose.
–Pero entre su lista y la de Luis Illoro, que incluía a Sara Carreño y Juan Calvo, había sensibles discrepancias como la duplicidad de cargos que usted no comparte.
–Las diferencias son simplemente organizativas, no personales ni de programa político. Entendemos que los cargos públicos deben dedicar el 100% a lo que han sido elegidos: representar a la gente en las instituciones. Y al revés: los cargos orgánicos tienen la inmensa tarea de crear organización, activar la participación en los círculos y las calles y luego, no como objetivo sino como consecuencia de un trabajo bien hecho, presentar candidaturas.
–¿Es la apuesta por la confluencia otra de las diferencias?
–No lo creo. Madrid, Barcelona, Coruña, Cádiz o Zaragoza están marcando el futuro del municipalismo para las próximas décadas con grupos de unidad popular donde partidos, mareas y asociaciones dejan en la puerta sus siglas para juntarse y ponerse a trabajar por los ciudadanos. Nosotros apostamos claramente por este tipo de candidaturas también en los municipios riojanos.
–¿Considera, por lo tanto, un error que Podemos no se integrara en Cambia Logroño con IU?
–Entiendo que fue un error por las dos partes. Éramos muy jóvenes y aquellos primeros movimientos estaban quizás demasiado politizados. Nosotros apostamos por participar en Cambia Logroño, trabajamos con ellos y fue una experiencia muy enriquecedora aunque, lamentablemente, al final no pudo ser.
–¿Es posible la confluencia también a nivel regional y nacional?
–La directriz acordada en la asamblea constituyente de Vista Alegre y que respetamos era trabajar en lo municipal en listas de unidad y llevar nuestra marca en las elecciones autonómicas y nacionales. Ahora cada vez está más claro que la confluencia en la izquierda es necesaria para sacar al país del agujero negro que le ha metido el PP .
–¿Cree aún factible un pacto nacional entre PSOE y Podemos ?
–Nuestra mano sigue tendida. El cambio que reclamaron las urnas el 20D debe ir a la izquierda y, sin embargo, el PSOE se escora cada más a la derecha. La decisión es clara y está en el alero de los socialistas.

Fotografía: Juan Marín