A Dios pongo por testigo
La frase famosa de “si una mujer es válida, siempre llega”, es mentira. En muchas ocasiones la mujer, igual de preparada o más que su compañero, corre hacia la meta y observa que la línea es como el horizonte, que cuando crees que vas a tocarlo, se aleja y siempre hay un hombre que te sonríe un metro antes de que lo alcances.