Autodestrucción
Si a alguien le guiña el ojo la mala suerte y le persigue la desgracia que cometa disparates es tan comprensible que nos conmueve. Pero quien, teniendo más de lo imprescindible, traiciona sus principios tirando su reputación y prestigio a la basura sucumbiendo ante el becerro de oro, como un vulgar Alí Babá, es decepcionante […]