Resumen y opinión sobre para que te puede servir sirve el Eneagrama, sus ventajas e inconvenientes. Mercedes García Laso, psicólogo Logroño.
Hoy inicio un nuevo tipo de minimapa donde iré contestando a preguntas frecuentes que me suelen hacer. Comienzo, ya veis por el título, con una pregunta de unos navegantes de Logroño sobre el Eneagrama, que es un instrumento más de autoconocimiento que nos puede ayudar a crecer y desarrollarnos como personas. Os daré aquí entonces unas pincelladas personales con la intención de que os abran alguna puerta.
Simplificando muchísimo y reduciéndolo únicamente al ámbito de la psicología de la personalidad, lo que hace el Eneagrama es plantear un mapa de nueve tipos de personalidad, llamados eneatipos, y nombrados con números del 1 al 9, cada uno de los cuales se caracteriza por una pasión dominante. Todos tenemos las nueve pasiones pero, según esta teoría, es importante conocer tu pasión principal, es decir, tu eneatipo, ya que, si te trabajas eso, todo el resto mejorará (avanzando, en consecuencia, en felicidad y libertad).
Mi particular visión difiere en esto ya que prefiero considerar que la persona no tiene un eneatipo inherente, fijo, sino que lo importante es explorar, cada vez en capas más profundas, lo que nos hace sufrir de nuestra personalidad, y ahí el Eneagrama nos puede ayudar muchísimo al presentarnos 9 tipos de gafas con las que miramos la vida y a nosotros mismos ¡y tan diferentes!
Nadie me puede decir qué número soy y puede ser muy complicado situarme en este mapa ya que tenemos muchas capas como la cebolla. Lo importante es el propio proceso de descubrimiento y flexibilización de nuestros automatismos mentales, emocionales y conductuales. Y para ello es esencial hacer un viaje vivencial acompañado por un terapeuta o un grupo, o idealmente por ambos.
A nivel grupal, el que yo he hecho y recomiendo, con sus “peros” eso sí, es el curso “Introducción a la psicología de los eneatipos” del programa SAT de Claudio Naranjo. La verdad es que, a parte de los contenidos, el juntarte con 100 personas, 5 días, cada uno de su padre y de su madre, en este entorno, suele ser una importante sacudida para tus esquemas mentales. Elaborarlo después y despacio es fundamental, en mi opinión, por dos razones: 1ª, porque puedes volver del curso demasiado revuelto, con la consecuente aparición de síntomas (incluso crisis); y 2ª, porque las cosas que se han abierto, si no se van integrando, se vuelven a cerrar.
Facilidad con la que comienzas a ver cosas en ti invisibles hasta ese momento; y a ver al otro con una mayor comprensión y ternura. Y todo ello lleva a hacerte, y a hacer, menos daño.
Como todo instrumento, se puede utilizar mal y hacer daño con él (uso frívolo, como método de control y manipulación, perjuicios de la etiquetación etc).
Además existe el riesgo de quedarnos fijados a un número, que al principio parece que nos hace ver mogollón de aspectos ocultos de nosotros mismos, y sin embargo después nos encierra en una mirada estrecha sobre nosotros y los demás –aparte de servirme para justificar mi no avance (al cristalizar una identificación con ese número, cuando en realidad lo que busca el trabajo con el Eneagrama es que nos conozcamos para desidentificarnos y así incrementar nuestra libertad y felicidad). Y esto es peor aún si el diagnóstico es incorrecto o incluye interpretaciones nada respetuosas (salvajes).
De todas maneras, el Eneagrama es sólo un mapa, y hay a quien le sirve y a quién no. No es el territorio.
El niño según las características con que viene al mundo y las circunstancias, desarrolla una personalidad (que en este marco teórico la llaman ego) para sobrevivir y sentirse seguro, querido y reconocido. Y estas pautas de actuar, pensar y sentir las vamos repitiendo desde entonces mecánicamente, provocando sufrimiento a nosotros mismos y/o a los demás. Y esto se aplica tanto al profesor de universidad valorado por sus alumnos, como al esbirro del mafioso del barrio, o a los que fueron “niños soldado”.
No hablo, por supuesto, de exención de responsabilidades, sino de que creemos ser algo que no somos, creemos ser nuestra personalidad. Tenemos una personalidad, no somos una personalidad. Somos algo más:
Ese “algo más” que el cuerpo y la mente; esa esencia que está en la bebe que fui y en la enferma de alzhéimer que podré ser; esa esencia que está en la asesina en serie, la indigente, la valorada terapeuta, la amorosa madre de familia, la hedonista independiente lujuriosa etc. que podría llegar a ser; esa esencia que todos todos compartimos.
Navegantes de Logroño y el mundo, en posteriores minimapas os iré presentando los nueve números. Es lo que siempre más interesa. Pero considero que ninguna descripción, libro o test son de utilidad si no se realiza un trabajo terapéutico-vivencial. Colocarse en un número es algo visceral, no intelectual. Además luego hay tres subtipos dentro de cada número, muy diferentes entre sí.
***Mercedes García-Laso, tu psicólogo en Logroño, FB, Tw y Ln | Encuentra el tema que te interesa en índice de todos los Minimapas para Tormentas***