En la semana del libro, os voy a proponer un sencillo ejercicio que encontré hace poco y me encantó porque concretiza lo que yo he podido experimentar durante estos últimos años.
Yo, que soy más de experimentar que de leer, comencé a escribir como una especie de disciplina de auto-cuidado ante algo que para mí era muy difícil: parar e intentar poner palabras a lo que me pasaba por dentro. Y mira tú por donde, que esos párrafos deslabazados y caóticos, además de ayudarme a nivel personal un montón, generaron la semilla de lo que luego ha sido el libro Minimapas para Tormentas ¡cuando jamás había ni imaginado escribir un libro! ¡y ya va por la 2ª edicion!
Por otra parte, con mis pacientes-clientes también suelo utilizar la técnica de la escritura automática, que es en la que, en realidad, se basa este ejercicio llamado las “páginas matutinas” del libro El Camino del Artista. Otro día os hablaré más de otros aspectos de la escritura automática y de otras potencialidades del hecho de escribir. Hoy no me enrollo más y os dejo ya mi particular resumen de la técnica de las páginas matutinas, que sirve tanto para desarrollar nuestra creatividad como para nuestro crecimiento personal.
Feliz Semana del Libro, navegantes! (P.D.: podéis leer más en “Eres creatividad”, “Niño interior”).
Todos los días, nada más levantarte de la cama, escribe tres páginas manuscritas de estricto flujo de conciencia. Por ejemplo: «Dios mío, ha amanecido de nuevo. No tengo nada que contar, nada que decir. Tengo que lavar las cortinas. ¿Recogí ayer la ropa de la tintorería? Bla, bla, bla…». Nadie podrá leerlas. Tampoco tú durante las siguientes ocho semanas, más o menos.
-Estas divagaciones diarias no pretenden ser arte, sino desaguar el cerebro. Por tanto, incluiremos todo por nimio, tonto, estúpido o raro que pueda parecer.
-Con frecuencia estás páginas matutinas son negativas, fragmentarias, autocompasivas, repetitivas, forzadas, infantiles, malhumoradas, sosas y hasta ridículas. ¡No importa! Todos aquellos enfados, preocupaciones, miserias que vuelcas al papel por las mañanas son precisamente las cosas que se interponen entre tú y tu creatividad.
-Si vas todos los días directamente de la cama a la página, aprenderás a evitar a tu “censor interior”, que es esa voz perfeccionista que nos critica todo el rato. Márcate esta regla: recuerda siempre que las opiniones negativas de tu Censor no son la verdad. Esto hay que practicarlo: ni hay una forma incorrecta de escribir las páginas matutinas, ni cuenta la opinión del Censor. Es decir, deja que él siga con su palabrería y que tu mano corra por la página. Puedes escribir también sus pensamientos, si quieres, y observar cómo disfruta lanzándose a la yugular de tu creatividad. Su aspiración es atraparte.
Sólo identificando al Censor como el nimio y sibilino personaje que es, lograrás despojarlo de buena parte del poder que ejerce sobre ti y sobre tu creatividad. Elije un personaje (como la Srta. Rotenmeyer, por ejemplo); o createlo; o pega en el lugar donde escribas una foto poco favorecedora de tu padre, madre o aquel que haya sido responsable de introducir al Censor en tu psique. La idea es dejar de escuchar la voz del Censor como si fuera la de la razón y aprender a oírla como el mecanismo represor que en realidad es. Las páginas matutinas también te ayudarán a ello.
–Si no sabes qué poner, entonces escribe “No sé qué escribir” y hazlo hasta que hayas llenado tres páginas.
–Jamás te las saltarás o las reducirás, independientemente de tu estado de ánimo o de las cosas desagradables que te diga tu Censor.
Siempre pensamos que debemos tener el humor adecuado para escribir, pero no es así. Las páginas matutinas te demostrarán que tu estado de ánimo no importa. Con ellas dejarás de juzgarte y te pondrás a escribir. Tu artista es un niño, necesita alimentarse y estas páginas matutinas son su alimento.
-Con frecuencia las personas más resistentes a las páginas matutinas acaban por ser los que más las aprecian. La desgana y la pregunta “¿para qué sirve esto?” no son más que miedo. Vuelca tus miedos en la página.
-La autora del libro, Julia Cameron, dice: Las páginas matutinas nos llevan al otro lado de nuestros miedos, de nuestra negatividad, de nuestros altibajos. Sobre todo nos alejan de nuestro Censor. Y mandan al cerebro lógico al banquillo para que juegue el cerebro artístico” (en otro minimapa os cuento lo que diferencia a estos dos cerebros).
-“Son una vía válida que induce a la introspección y nos ayuda a hacer cambios reales en nuestras vidas. (…) Son el camino para llegar a una firme y clara conciencia de uno mismo, la pista que seguimos por nuestro interior hasta encontrarnos con nuestra creatividad y sabiduría.”
-“Cuando estoy atascada en una situación dolorosa o con un problema que no sé cómo resolver, recurro a las páginas y les pido consejo. Para ello escribo «PJ», las iniciales de «Pequeña Julia», y hago mi consulta. Espero entonces la respuesta y la escribo.
‘Cuanto más escuchas a tu sabiduría interior, más la fortaleces, como si fuera una habilidad o un músculo’. Robbie Gass.
-“Los abogados que las escriben aseguran que les vuelven más eficaces ante los Tribunales; y los bailarines, que mejoran su equilibrio, y no sólo su equilibrio emocional. Es decir cualquiera se puede beneficiar de ellas”
***Mercedes García-Laso, tu psicólogo en Logroño, FB, Tw y Ln | Encuentra el tema que te interesa en índice de todos los Minimapas para Tormentas***