Nunca he surfeado obviamente. Tampoco navegado. Sin embargo, me han contado, y he observado.
En la cultura occidental se nos impone navegar, aunque sin explicarnos cosas importantes como que hay que girar el timón en dirección opuesta a donde quieres ir. En oriente, sin embargo, son más de surfear: estoy en forma y, sobre todo, en mi centro y atento, y cojo la ola (da más miedo, eso sí, porque no sabes a dónde te va a llevar).
Como en casi todo (por no decir “todo”) en el punto medio y en la flexibilidad está la virtud. Suelen llegar más lejos los navegantes; y suelen disfrutar más el “ahora” los surferos.
El empeñarse y arriesgarse por aquello que nos mueve, que nos importa, por la consecución de nuestros sueños y deseos es importante. Nuestra capacidad para navegar con las corrientes de la vida aunque no encajen con nuestros deseos personales, también.
En el fondo fondo fondo es lo mismo. Pero requiere un profundo trabajo de apertura de nuestra sensibilidad llegar a vivir esta conclusión. Es abrirnos a escuchar a la vida tal como se manifiesta, tal como es: a veces nos hablará a través de nuestra voz interior; otras con sucesos externos que hacen zozobrar nuestro barco o con sutiles faros difuminados en la niebla.
Es muy complicado porque implica ir dejando nuestro narcicismo a un lado (nuestras ideas rígidas de lo que quiero, de lo que está bien o mal, de quién y cómo soy yo) e ir aprendiendo a vivir en la incertidumbre. Pero, a contra partida, uno se va sintiendo, a cada paso, más vivo, más real.
Estemos atentos entonces a los movimientos más íntimos de nuestra alma (anhelos profundos; lo que suavemente nos conmueve; lo que nos da vigor e inspiración serena; o lo que nos descoloca a la vez que nos conecta con algo como sólido) y a cómo ella, nuestra alma, reacciona a lo que pasa fuera. Así iremos marcando rumbos, siempre flexibles y temporales, y/o surfeando y disfrutando después de una cervecita en chiringuito de la playa.
Buen comienzo de verano, navegantes;)
“Sólo somos testigos, vigías de un océano que // se perpetúa en su oleaje, // La seguridad es tan sólo navegar // olvidando el arribo a un puerto seguro, // asumiendo lo impredecible de la vida.” (Guillermo Borja).PD.: Os dejo una foto de lo que apareció ayer sobre mí en el periódico La Rioja (21/06/2016, página 8)
***Mercedes García-Laso, tu psicólogo en Logroño, FB, Tw y Ln | Encuentra el tema que te interesa en índice de todos los Minimapas para Tormentas***