Se proponen vinos frescos y ligeros y algún que otro combinado, frente a los “puristas” y al monopolio de la cerveza.
¡Nada mejor que una cervecita bien fría en estos días de calor¡ La cerveza es sin duda la bebida reina del verano. No hay más que salir a la calle, veremos que en cualquier bar o terraza, las jarras de esta bebida dominan sobre cualquier refresco, no digamos sobre el vino. Ni siquiera aquí en Rioja beber, ya no un tinto, sino un blanco o claro fresquito, está entre las opciones que a uno se le pasan por la cabeza a la hora de pedir una bebida para paliar la sed.
La alternativa del vino formando parte de un combinado, es una elección igualmente poco habitual. Pedir una sangría queda para los “guiris”, a ellos les encanta, la venden incluso en brick o en botella, ya preparada como tal, en los supermercados de las zonas más turísticas de la península o islas. Sólo le falta añadir hielos y una rodaja de naranja o limón. Algunos la beben caliente en la playa, o donde tercie, con lo que resulta empalagosa y más que quitar la sed la provoca. Resultado: grupo de turistas “cocidos”, a cualquier hora del día o de la noche, cantando el equivalente de “Asturias patria querida” en su idioma respectivo.
Otra de las alternativas a la cerveza es el tinto de verano. Pero, claro, estamos en Rioja, mezclar vino con gaseosa es, para algunos, casi un sacrilegio, ¡no por favor¡, aquí todos sabemos mucho de vino. Hay cosas que definitivamente están restringidas a determinados ámbitos y que difícilmente son aceptadas en otros contextos. ¿Han visto algún puesto de sandias en el País Vasco? seguramente no, ellos comen, en todo caso, melón, ¡lo que me costo que en mi casa entrara una sandia!. Cosas de casarse con una mujer con siete apellidos vascos. Igualmente, nos escandalizamos de los chinos porque comen carne de perro o rata, y ellos de nosotros porque aquí nos chupamos los dedos con un plato de caracoles o calamares en su tinta. Y es que a veces las barreras culturales son muy difíciles de romper.
Otra bebida que incorpora vino en su formulación es el calimocho, kalimotxo o Rioja libre, que solo el nombre (en cualquiera de sus acepciones) ya tiene un punto de rebeldía, pero que raramente se pide en los bares y su consumo queda restringido a “botellones” y otras fiestas.
Resulta con todo esto que para la mayoría de la gente, al igual que “las bicicletas son para el verano”, el vino no lo es, con lo que llegados a este punto trataré de desmontar ambos tópicos.
¡Bicicletas para todo el año!
Empecemos por lo de las bicicletas. Este es un medio de transporte rápido, seguro, saludable, no contaminante, y económico, para cualquier época y lugar. Si no miren nuestros vecinos europeos. En España con el clima que gozamos casi todo el año, salvo para esos días, contados, en que llueve a cántaros o nieva, es un sistema perfecto para moverse por una ciudad como puede ser Logroño, Vitoria, Pamplona,… . La controversia que ahora existe en nuestra ciudad como consecuencia de la incorporación de la bicicleta como medio de transporte habitual por cada día más gente, lo mismo para jóvenes que más mayores, seguro se irá desvaneciendo según nos vayamos acostumbrando a convivir peatones, conductores y bicicleteros. ¡Ah¡ y las señoras están elegantísimas en bicicleta -de paseo, con cestita, a ser posible – .Uno en esto también tiene sus preferencias.
¡Y los vinos, también para el verano!
En lo que respecta a los vinos, estos bien por sí mismos, o combinados, son bebidas perfectas para quitar la sed y también saludables. Sobre su sabor “para gustos están los colores”. Les orientaré sobre algunas alternativas con vino que resultarán de lo más refrescantes.
Particularmente, para beber en verano yo me inclino por aquellos vinos no demasiado estructurados, preferiblemente con algo de chispa o aguja, servidos a temperatura baja, pero la suficiente para que puedan percibirse aún sus componentes y que la sensación sea refrescante. Entre los tintos me decanto por vinos de maceración carbónica, que servidos entre10 y14º resultan muy agradables. Su origen frutal es perfectamente reconocible y, al aumentar su astringencia por la baja temperatura, tienen un efecto indudable contra la sed. Los blancos, ricos en aromas de flores o frutas son siempre muy agradables, en este caso servidos a como mínimo 5-6º, para que podamos advertir la plenitud de fragancias al beberlo, lo ideal a 7-8º. Los rosados, son también una magnifica elección, descubramos el panorama que se ha abierto, ahora que muchas bodegas se van incorporando a la tendencia de este tipo de vinos. Y no olvidar nuestro clarete, delicioso y refrescante. Tanto el rosado como el clarete recomiendo su servicio en verano a 6-7 grados.
En definitiva vino en verano, perfecto, pero nunca servidos a temperatura ambiente. No dudar utilizar una cubitera o una funda de esas que se meten en el congelador y se colocan abrazando la botella. Mejor pecar de fríos que de calientes, a partir de 20º en esta época nos perecerá que bebemos caldo. A poco que nos demoremos en vaciar nuestra copa ya estará a la temperatura adecuada para su bebida.
Algunos combinados con vino
Otra manera de beber vino en verano, tan agradable o más que la socorrida cerveza, es la de los cócteles o combinaciones. Les sugiero los siguientes:
– Granizado: Se mezclan 4 partes de vino con una de azúcar y se cuece en un recipiente con unos palos de canela y corteza de limón. Se deja enfriar y se introduce en el congelador. Una vez congelado se pica y se sirve con alguna floritura para adornar. Resulta muy agradable y es apto incluso para los niños si se cuece lo suficiente como para evaporar todo el alcohol.
– Sangría: vino, azúcar y frutas variadas son sus ingredientes básicos. Algunos gustan de añadir diferentes licores, yo no soy partidario. Cuanto menos azúcar y alcohol mejor para la sed.
– Fresco de Rioja (o tinto de verano): Vino con gaseosa al gusto, con unas gotas de limón exprimido. No seamos puristas. A algunos nos encanta.
– Calimocho. Tinto y bebida de cola. ¿por qué no?.
Como última recomendación, para los combinados no vale cualquier vino, el resultado será mejor cuanto mejor sea el producto.
Así es que anímense, que la cerveza esta muy bien pero, que estamos en Rioja, y les aseguro que vino solo o mezclado, también con el calor, cuanto más lo prueben más les gustará. Eso sí, los bares deben esmerarse en la preparación y servicio tanto del vino en sí, como de los múltiples combinados que con él se pueden preparar. ¡A ver cuando se hace en Rioja un concurso de cócteles con Rioja al modo de los de tapas o pinchos!