Teléfono: 678917234-620196369
Internet: octogenarius.es
Zona/D.O.: Cárdenas (La Rioja), Rioja Alta/DOCa Rioja
Tipo de vino: Tinto
Cosecha: 2013
Variedades: Garnacha
Botellas/año: unas 2.000
Precio: Entre 35-45 euros
Puntuación: 9.5/10
Su nombre evoca la edad de sus viñedos, todos de más de 80 años. Viñedos situados en Cárdenas, en la misma Ruta de los Monasterios, con nombres como “Sobrepalacio”, “Santa María” y “Valdechuecas”, con cepas retorcidas, alargadas, muchas nacidas mediante acodos aéreos, que una por una reconocerían los propietarios de esta bodega, José y Carlos.
Es bodegas Gama una de las bodegas más pequeñas de Rioja, aunque uno podría creer cuando oye los nombres tan rimbombantes “octogenarius”, y del otro vino que elaboran “Sanedrac”, que estamos ante una gran bodega. Lo es, aunque su grandeza en este caso no venga del número de litros vendidos, del volumen de exportación o de la cifra de ventas, sino que viene de sus pequeños magníficos viñedos y del primor que estos viticultores ponen en el cuidado de sus viñas y en la elaboración. Cuentan en su pequeña bodega, que tiene de todo, con la colaboración del enólogo José María Ibañez, que ha entendido perfectamente la idea de vino que José y Carlos querían hacer y ha puesto los conocimientos técnicos para llevarlo a cabo.
El nervio de unos cepas de Garnacha en parcelas próximas a la sierra de la Demanda, sobreviviendo con apenas tierra, en suelos arcillo-calcareos y arcillo-ferrosos, orientadas mayormente al Norte, que dan apenas un par de racimos por cepa, se transmite de forma íntegra al vino que es claro reflejo de su origen.
Es “octogenarius 2013”, la primera de las cosechas comerciales de esta bodega, una cosecha que fue muy tardía, difícil para muchos, pero no para Bodegas Gama que con cepas de 90 años, rendimientos tan limitados, y su situación extrema, sobrevive a las peores condiciones con garantía de calidad de uva año tras año.
Para elaborar “octogenarius” 2013, al igual que se ha hecho con las dos cosechas siguientes, se recoge la uva cuidadosamente en pequeñas cajas y se lleva a la bodega donde se despalilla a mano, racimo a racimo, y se introduce en depósito de acero inoxidable. La fermentación maloláctica se realiza en barrica nueva de roble americano y francés donde ha permanecido durante 16 meses para luego afinar con claras de huevo.
Cata:
Intenso de color y limpio, con aromas de frutas madura, compota, cacaos y un toque de acidez que le confiere frescura e incita a beber. En nariz destaca la fruta y muy sutilmente la madera, como debe ser con la garnacha.
Equilibrio perfecto, redondo, suave, goloso, pero al mismo tiempo ligero, con 14.5º de alcohol que pasan desapercibidos, especialmente si se sirve a unos quince grados que es la temperatura que yo recomendaría su bebida.
Marida bien con carnes, embutidos, con unas buenas pochas o caparranes de La Rioja, pero también con un cocido tradicional de cualquier parte de España… En cualquier caso dejar un trago para el postre, especialmente si es de chocolate, no me parece mala idea.
Aunque no es un vino para todos los días, 35 eurazos en bodega, les aseguro que bien vale lo que cuesta. Se presenta en botella borgoñesa, con caja de madera individual o de 3 botellas, perfecto para regalar a alguien que aprecie de verdad el vino.
El vino pensamos tiene un largo recorrido y podrá degustarse en los próximos 10 años sin perder, sino todo lo contrario, ni una pizca de su expresividad.
Como defecto solo podríamos ponerle uno: dada el pequeño volumen de botellas solo podrá llegar a un número limitado de aficionados al vino. Un gran vino que desaparecerá rápido en cuanto se vaya conociendo y que, seguro, tendrá las mejores críticas de los expertos.