Además de narrar su etapa logroñesa (1978-80) y sus primeros escarceos en la vida política, el expresidente José María Aznar también recuerda en el libro ‘Memorias I’ –editado por Planeta– sus «encontronazos» con el vino de Rioja. Y lo hace de una forma muy particular. Detalla que recién elegido jefe de Gobierno, durante su primera visita a La Moncloa junto a Miguel Ángel Rodríguez, «recorrimos el edificio hasta llegar a la cocina. Me enseñaron la bodega y pregunté: ¿Cómo andamos de vino? Me dijeron: Bien de Rioja, pero falta Ribera del Duero. Se me ocurrió replicar: Pues eso habrá que equilibrarlo. Al día siguiente, la frase encabezaba la portada del periódico de Logroño».
Pues bien. Consultada la hemeroteca del «periódico de Logroño» –el mismo en el que firmó hasta siete inenarrables artículos pseudoconstitucionales–, resulta que la memoria de Aznar es frágil, si no artera. De hecho, la frase de marras no encabezó la portada del diario sino una pequeña noticia en la página 15. Además, según la crónica de la agencia Colpisa, las palabras de Aznar no fueron tan ‘inocentes’ como ahora él mismo escribe: «Hay demasiados vinos de Rioja y pocos de la Ribera del Duero», dijo. En la hemeroteca está el volumen de mayo de 1996, para quien lo quiera cotejar.
Tampoco parece rememorar don José María en sus desmemorias, que en uno de los primeros viajes oficiales al extranjero, los periodistas le comentaron –en petit comité– los cambios introducidos en el catering del avión: el vino de Rioja había sido sustituido por Ribera del Duero. El expresidente fue meridiano en su respuesta: «Muchas cosas están cambiando para bien y ésta es una de ellas».