Hoy en el Congreso de los Diputados, el Partido Popular va a dar un paso más en el camino de la vergüenza; entre el profundo adoctrinamiento ideológico y la desidia frente a los verdaderos problemas de los ciudadanos. Una nueva escalada en el “frentismo” contra las libertades y los derechos de los pueblos de España. Y alguno se sorprenderá de que sea posible acometer tantos atropellos en una sola tarde, en una sola sesión… Pues lo es.
Todo apunta a que según anunciaban el PP esta misma mañana, va a dar curso libre a la Iniciativa legislativa Popular (ILP) que desembocará en que “los Toros” se declaren como “Bien de Interés Cultural”, impulsada por 600.000 firmas y también por lo que sin duda es una torticera operación orquestada por el propio PP -y sus círculos más rancios-, que no persigue otra cosa que blindar la fiesta de los toros para garantizar -que pese al desinterés general-, esta fiesta persista gracias a la subvención de los festejos con el dinero público de nuestros impuestos. Una ILP que el PP usa a modo de tapadera para ocultar una marcada política de intervencionismo, que busca impedir que la sociedad se pronuncie, tal y como sucedió en Cataluña. Una formación política que no respeta la voluntad de ningún parlamento y “busca la vuelta” con esta declaración, disfrazándola de ILP, para torcer la voluntad de Cataluña.
Pero al final, por mucho dinero público que se malverse en fomentar festejos a los que nadie acude, la realidad es tozuda. A los españoles no les gusta la fiesta…¡Qué le vamos a hacer!.
Al mismo tiempo, los verdaderos problemas que traslada la sociedad al Congreso, van ha ser rechazados por el mismo Partido Popular. La ILP, que la plataforma contra los desahucios presenta a consideración, (para la dación en pago) avalada por las firmas de 1.400.000 ciudadanos, va a ser vetada con los votos en contra de los 185 diputados y diputadas del PP, que se muestran muy sensibles con las corridas de toros y totalmente indiferentes ante el drama de miles de familias, que se quedan sin sus casas en la puta calle y, para colmo endeudados en su indigencia. En el mejor de los escenarios y, para cubrir el expediente, la plataforma y la sociedad presionan, aunque las esperanzas de que tan siquiera se debata, son pocas. En el mejor de los casos sería un “engordar para morir”.
Mientras tanto, Mariano Rajoy – en plena crisis- vio su sueldo aumentado en un 27%, a Cospedal “no le consta” y la señora Ana Mato, siente indescriptibles sensaciones orgánicas mientras contempla como la criada viste a sus hijos.
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Seguiremos aguantando…No se sabe hasta cuando.