No es habitual que grupos políticos de distintas tendencias se unan en el Congreso de los Diputados y, mucho menos que lo hagan para reprobar o afear la conducta de un diputado de la cámara. Eso es precisamente lo que hoy sucederá en el Congreso, ante lo desafortunado de las declaraciones del diputado de UPyD, Toni Cantó, el cual vino a unir a su (multidisciplinar) retahíla de declaraciones desafortunadas una nueva.
En esta ocasión el diputado –de perfil marcadamente conservador– cargó contra la médula de las políticas de defensa de mujeres agredidas – y amenazadas-, al cuestionar los cimientos de las mismas; poniendo en duda que las denuncias que se presentan sean ciertas y, otra serie de barbaridades relacionadas con lo mismo.
Afirmó que la mayor parte de estas denuncias (por violencia machista) obedecen a invenciones de las víctimas, por lo que daba a entender que el motivo sería – tal vez- criminalizar, chantajear o vengarse de sus parejas. Este planteamiento que emana del diputado de UPyD, -aunque pueda ser cierto en muy contados casos- , no dejaría de ser la excepcional excepción a la regla. No en vano, se conoce con certeza que la inmensa mayoría de las mujeres que sufren violencia a cargo de sus parejas, ni tan siquiera tienen el valor de denunciar esta situación, por lo que poner en duda la veracidad de las que sí que encuentran el valor para denunciar, es un ejercicio de irresponsabilidad que un representante de los ciudadanos no tendría que cometer. No es un tema que se pueda someter a la disputa política o a la libre interpretación, porque hay vidas en juego.
El Sr. Cantó la cagó, pero luego rectificó, lo cual le honra, siempre y cuando esa rectificación sea el fruto de una profunda reflexión interna y no de una coyuntura de presión sobre él y sobre su propio partido político, o de las directrices de su jefa de filas, (la señora Rosa Díez), la cual pese a su habitual locuacidad, lleva dos días esquivando a la prensa para evitar tener que pronunciarse al respecto de los excesos verbales del valenciano. Escapando al trote de los periodistas la una y, a bordo de su coche -con chófer- el otro…Al final va a resultar que los de UPyD son como todos…También tienen pelillos en el culo y no les gusta que se los cuenten.
Pero la rectificación de ayer por la mañana,(que en mi opinión le honraba) se la dejó en casa por la tarde y, en una entrevista con Susanna Grisó (Espejo Público de Antena 3), volvió a poner en cuestión los datos del Gobierno de España que certifican que solamente el 0,01 % de la denuncias por violencia de género son falsas. Es decir, que Cantó sigue en sus trece y quedó nuevamente como el culo ante la audiencia, que lo estaba viendo en directo.
De lo que no ha rectificado el Sr. Cantó – ni se espera que lo haga- es de sus ofensivas declaraciones contra los animales, para los que consideramos que sí tienen derechos y dignidad, (de lo que ya escribí un artículo hace 10 días ), pero claro, los animalistas ofendidos ya nunca van a votar a UPyD mientras ande por allí Cantó…Los animales tampoco.