Existe una costumbre muy poco edificante entre determinados ediles, de pasar algunos gastos a cargo del erario público. Se les denomina “atenciones protocolarias”. En ese laxo concepto, tienen cabida gastos entendibles, pero también una serie de “disfrutes gastronómicos y etílicos” que excede lo que se podría considerar ético, al tiempo que penetran en un ámbito que podríamos denominar “poco aseado”.
Se supone que cuando un concejal del equipo de gobierno, o el propio alcalde, se pasea por el pueblo con un invitado o se sienta en la terraza de un bar a tomarse una caña con sus concejales, ese coste ha de ser pagado por cada uno de ellos a escote, a turnos, o por el propio anfitrión de su bolsillo (tal y como cada uno de nosotros hacemos en nuestra vida cotidiana ) y no a costa de los dineros públicos. Pero en ocasiones esto no sucede.
Esa práctica tan -poco ejemplarizante- no es algo típico de los políticos, ¡Ni mucho menos!… tan solo es típico de los que lo hacen.
Corría el 27 de marzo de 2007 y el alcalde de Calahorra presentaba las Jornadas de las verduras en Galicia. A su regreso a Calahorra, pasa como diversas atenciones protocolarias un total 559 euros… Entre esas “atenciones protocolarias” -a pagar por el Ayuntamiento- pasa una factura de 476 Euros por los siguientes conceptos:
Factura:
6 cañas estrella 9 euros
1 agua mineral 1 euros
1 variado quesos 8 euros
1 variado quesos 8 euros
3 de berberechos 36 euros
3 de camarones 75 euros
3 de mejillones 30 euros
3 de pulpo de la casa 45 euros
2 huevos rotos con jamón 24 euros
Raciones varias 138 euros
1 vinos de bodega 17 euros
1 vinos de bodega 17 euros
1 vinos de bodega 34 euros
1 vinos de bodega 34 euros
Total IVA incluido 476 Euros
Y algunos dirán que estas “cositas”, son legales y habituales…Puede ser, pero en mi modesto entender, me parecen excesivas, cuando hablamos de representantes públicos en el ejercicio de sus funciones….A nivel personal no me importa lo que haga cada uno, pero con el dinero público y representando a las instituciones hay que cuidar mucho este tipo de cosas. Probablemente el Ayuntamiento – en determinadas ocasiones- deba costear un almuerzo de trabajo del alcalde con un invitado institucional, me parece muy lógico…Pero no las consumiciones de todos los “amigos” que se quieran apuntar.
¿Qué pasa…Qué en Galicia no dan de comer a menú del día?…
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