Aunque hay que desviarse bastante si vas de Tokyo a Kyoto, hacer una noche en Miyajima es casi obligatorio. Esta pequeña isla Patrimonio Mundial de la Unesco está a unas 4 horas en tren bala desde Tokyo y contiene uno de los lugares más fotografiados del país: la puerta torii bermellón que parece flotar sobre el mar cuando la marea sube y estar atrapada en mitad de la nada cuando ésta baja.
Lo ideal es alojarse en Hiroshima y desde allí pasar a la isla. Hay un ferry que en menos de media hora te deja en Miyajima y que, además, está incluido en el Rail Pass.
Desde lejos, con la lentitud del barco, el inmenso torii se acerca poco a poco y las montañas que lo rodean se hacen cada vez más grandes.
Lo mejor es ir sin prisas. Disfrutar un rato de las vistas de la puerta al llegar y luego darse una buena caminata para ascender el monte Misen. Puedes ahorrarte un buen tramo con el teleférico, de forma que sólo tendrás que caminar una media hora. Si no, el paseo es de cuatro horas.
En los días despejados, desde la cima se pueden ver las montañas de Shinkoku, además de todas las islas cercanas.
Es muy importante calcular bien el tiempo de bajada para llegar al torii antes de que anochezca. Es el momento más mágico.
Imprescindible también bajar a la arena y acercarse a la puerta
Junto a la puerta está el sencillo templo Itshukushima-Jinja y a la derecha una pequeña calle llena de puestos de recuerdos.
Todo se vacía poco antes de que zarpe el último ferry. Cuando la isla vuelve a quedar en silencio y casi a oscuras y el torii espera la llegada de una nueva marea.
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