Escribía hace unos días escribía Antonio Remesal en Diario La Rioja acerca de la posibilidad de que Rioja envasará vino en Bag in Box (BIB), un formato que si bien no goza de un sentimiento de calidad entre muchos aficionados al vino, fuera de España oferta un mercado muy interesante. Y es verdad que existe el BIB riojano y alavés. Y que mucho vino excedentario se embolsa. Y se vende. Se pueden comprar uvas de buena calidad que nacen y crecen en viñedos de la DOC Rioja y se pueden elaborar buenos vinos.
El Consejo Regulador no lo permite, al menos bajo su paraguas. El envasado en BIB siempre me ha generado dudas, pero posiblemente éstas tengas más que ver con la imagen que con su calidad, porque ni todos los vinos embolsados son malos y ni todos los embotellados son buenos o mejores que los primeros. Como siempre, queda en manos de quien desarrolla todo este proceso. Ahora bien, es necesario adaptarse a los mercados, que sí que son más abiertos, amén de globales. Y para subsistir en este negocio no sólo hay que vender, sino cobrar. Y en ese proceso de adaptación, hay países, incluido el mito que representa Francia, que nos llevan ventaja. Todo es susceptible de ser debatido. Personalmente, me gustan los vinos bien elaborados desde el viñedo, expresivos, en cristal, con una magnífica imagen y sublime contenido… y venderlos a un precio que reconozca ese trabajo. Cantidades pequeñas, que permitan dar el paso de viticultor a vitivinicultor si se desea. Eso lo aprendí en Saint Emilion, donde un pequeño elaborador (5.000 metros de merlot) sacaba al mercado 3.000 botellas (15 euros la unidad) y facturaba 45.000 euros. Más que un agricultor de la DOC Rioja con 6-7 hectáreas de uva tinta. Con un par de depósitos, una decena de barricas, sin tren de embotellado, etiquetado y estuchado a mano. Sin embargo, aquí el sueño se pega de morros con la burocracia, con mentes simples que no ven más allá de la conversación que están manteniendo en ese instante y con unos costes elevadísimos que, con un cambio de mentalidad, bien podrían abaratarse y fomentar la aparición de pequeñas bodegas que contribuyeran a enriquecer la llamada tierra de los mil vinos y que dignifican el papel que quienes pasan 365 días pendientes del viñedo y del cielo, pero a los que no se reconoce tal dependencia en precio.
Ahora bien, y volviendo al BIB, dejo una serie de cifras acerca de su mercado mundial. El estudio se desarrolla entre el 2007 y el 2015, con previsiones en algunos casos, para el 2020. Seguramente, hay informes más recientes. Este pertenece a una de los principales fabricantes, a nivel mundial, de bag in box. Lo elaboró en el año 2017. Y es interesante.
Pero no Francia no sólo vende vino envasado en BIB en su mercado interno, sino que ha sido capaz de cerrar el año 2018 como líder mundial en valor. Ya lo era en embotellado. La industria gala se ha convertido en la primera exportadora del mundo por valor de sus ventas, que alcanzan los 99,5 millones de euros dentro de un mercado mundial en el que el BIB mueve 588,9 millones de euros. En total, el año pasado se vendieron en todo el mundo 4,3 millones de hectolitros envasados en los diferentes tamaños de BIB (2 a 10 litros). Sudáfrica, Australia y Alemania son los tres principales productores de vino en BIB a nivel Mundial. Francia es cuarto en volumen, con 427.ooo hectolitros.
Los destinatarios de los vinos franceses en BIB exportados son tres países fundamentales: Suiza (44%), Estados Unidos (29%) y Reino Unido (24%), con un precio medio de 2,33 euros por litro, cifra que, está por encima de la media mundial (1,37 euros por litro). Incluso, hay vinos en BIB envasados en la zona de Saint Emilion, muy cerca de Burdeos, en los que el BIB de 5 litros se comercializa hasta 55 euros. Y en el caso concreto del vino rosado, en ocho años se ha multiplicado por tres el número de litros envasados en BIB.
En Francia ya es muy habitual ver en los lineales de pequeñas y grandes superficies comerciales una amplia oferta de vinos en BIB de 3, 5 y 10 litros.