Mis amigos de Toledo utilizan con frecuencia esa palabra, tontuna, para referirse al estado de empecinamiento, normalmente improductivo e inservible, que algunas personas muestran ante un determinado escenario de la realidad.
Hoy ha sido un día de tontunas.
En el Parlament, los diputados catalanes se pronunciaban sobre la inciativa legislativa popular que pide prohibir las corridas de toros en Cataluña a partir del 2012. La votación ha sido favorable a la prohibición. A mi no me gustan los toros, alguna vez recuerdo haber visto una corrida con mi abuelo, pero nunca he estado en una plaza viendo una corrida, y tarde posiblemente en estar, porque no me atrae. En cambio, es evidente el gusto muy amplio en nuestro país favorable a las corridas de toros. Por tanto, asumiendo la parte de crueldad para con los toros de lidia, argumento central de los iniciadores de la prohibición, creo que el carácter de fiesta, cultura y tradición se impone sobre éste como para mantener las corridas.
Prefiero no hacer mención al aprovechamiento oportunista de algunos grupos y/o diputados de votar en función de que las corridas de toros sean consideradas la fiesta nacional o una de las tradiciones principales de España. Flaco favor se hacen si de verdad su voto va en ese sentido. Y flaco favor le hacen a la Cataluña nacional dentro de la nación España.
Un rato después, Sanz insulta al presidente del Gobierno. Entre otros, le dedica los apelativos de inútil y fracasado. ¿Sabrá hacer política este hombre sin insultar y descalificar a cada paso que da? ¿Por qué no utiliza esos apelativos en las reuniones del Consejo de Gobierno, en privado, y se las dedica a sus consejeros, bastantes de los cuales están involucrados en supuestos casos de corrupción como nunca se había visto en La Rioja?
En fin, días de tontunas. Algún día volverán las corridas a Cataluña, aunque yo no iré a verlas, y algún día Sanz sabrá que el insulto no es el medio normal, más bien anormal, de desarrollar los argumentos en política. No será dentro de mucho, y lo respetaremos, como debe hacerse con un ex presidente de La Rioja.