El ciclo corto del PP en el gobierno español y el muy largo ciclo riojano se han fundido en los últimos meses en suerte de una nefasta coalición contra el interés general de los españoles y de los riojanos. En resumen, las políticas de solo austeridad y recortes sociales han agravado la crisis económica, transformándola en una recesión que se está llevando por delante a las clases medias y trabajadoras en forma de exclusión social, derivada del paro y de la reducción drástica de las prestaciones del Estado de Bienestar.

El PP riojano ha decidido unirse a Rajoy en el camino equivocado sin rechistar, en un camino que desangra las posibilidades económicas, excluye políticas de estímulos para el crecimiento, ignora la justicia fiscal en favor de la amnistía para los defraudadores o una subida siempre negada del IVA y ajusta cuentas con la cohesión social en forma de recortes brutales en educación, sanidad, pensiones, dependencia y salarios, rematados por una reforma laboral pensada para despedir más y más barato, mientras se reduce la protección al desempleado o se juega con la prestaciones de último recurso, como el plan Prepara.

Los presupuestos nacionales en trámite son una buena muestra de esta política. Falsedad, porque ninguna previsión internacional, y muchas nacionales, coincide con las que presenta el gobierno, injusticia, porque incorporan más y más recortes de nuevo en todas las políticas sociales, resignación, porque se margina la inversión, e insolidaridad, porque en ningún caso hay, ni por asomo, una política fiscal que implique un esfuerzo mayor a unos pocos para evitar más sufrimientos a la mayoría.

Lo peculiar de este camino hacia la depresión es que nunca fue señalado, más bien lo contrario, por los guías democráticamente elegidos, que escamotearon, y escamotean, decisiones trascendentales bajo el único interés de partido, y sin ninguna intención de suscitar o alcanzar acuerdos o pactos globales. Ese es el balance de la gestión del PP en estos últimos meses: salvar la cara ellos aunque se la rompa el resto. Un interés muy particular.

Nuestra Comunidad no se queda al margen de este balance. Al contrario, el agravamiento de la situación tiene peculiaridades bien dramáticas. Nunca como antes una tasa de paro como la actual, y nunca antes por encima de todas las tasas de paro del norte de España y del eje del Ebro. Nunca antes con una tasa de actividad económica tan baja, con el Índice de Producción Industrial en caída libre. Nunca antes los recortes en servicios sociales tan duros como los actuales en educación o en sanidad, en dependencia o con la aplicación del copago, siempre negada, como la subida del IVA, aplicadas ambas, avaladas ambas por el PP riojano: a la primera y sin rechistar.

Pero hay cosas que no avalan, sino que deciden y ejecutan. Dos ejemplos. Primero: más de un mes, decenas de profesores y defensores de la educación de calidad, la pública, llevan encerrados en el instituto Sagasta para denunciar la ecuación diabólica del PP: menos recursos, más alumnos por aula y menos profesores. Saben ustedes ya las consecuencias: empeoramiento de la calidad de la educación pública. El siguiente paso lo conocen también: apoyemos la privada a través de conciertos.

Y segundo: tenemos una fundación pública en Calahorra que gestiona el hospital a través de una gerencia prestigiada y premiada. Pues bien, en verano se modifican los estatutos a escondidas, algo ocultarán, con el fin de que la gerencia pueda ser una persona jurídica, paso para que una empresa, ¿Viamed? (la misma de Los Manzanos), pase a gestionar de forma privada y con interés privado por tanto, es decir de acuerdo a beneficios, un hospital público. Es decir, ejecutan una política de deterioro de lo público y avalan de igual forma su desgaste a través de la aplicación de recortes y más recortes.

Como colofón a esta demostración de fraude electoral y partidismo se nos ciernen las amenazas fruto de una gestión nefasta de la economía en tan poco tiempo. Los gobiernos del PP son ineficaces y las cosas se les están yendo de las manos. Así de crudo y real.

Por primera vez, queridos lectores, van a abrir la hucha de las pensiones, el fondo de reserva, para financiar el sistema, y por segunda vez afrontamos un examen internacional a España en forma de rescate del que no tenemos noticias, como no las tuvimos del primero, el cual hubo que poner en marcha por, sobre todo, una deficiente gestión de Bankia, donde está o estaba –no se sabe bien- integrada Cajarioja.

Cambiemos el rumbo. Quiero desde estas líneas resumir tres propuestas del Partido socialista en La Rioja para afrontar la crisis económica defendiendo el consenso básico de la economía social de mercado, capaz de generar riqueza, redistribuir rentas e ingresos y garantizar por tanto un progreso con oportunidades iguales para todos.

Debemos poner en marcha tres planes: uno de empleo juvenil, con acuerdo de los agentes sociales y económicos, que permita crear puestos de trabajo y formación para el autoempleo para los jóvenes riojanos y que impida perder una generación para siempre, uno de estímulos fiscales y económicos, para incentivar la economía regional con inversión e internacionalización; y otro para modificar los tributos en La Rioja, con el fin de que los menos que más ingresan, poseen o heredan paguen algo más para poder garantizar los servicios públicos, incluido su propio carácter público, y las políticas sociales.

Los socialistas en La Rioja vamos a seguir siendo contundentes ante los errores y los engaños, complementando nuestra acción con propuestas y alternativas. Y, sobre todo, atenderemos siempre la llamada social mayoritaria para propiciar grandes acuerdos sociales y políticos de calado que hagan más fácil y cercana la recuperación económica y la creación de empleo.

*Artículo de opinión publicado hoy en Diario La Rioja