La austeridad es una actitud ética que los socialistas entendemos que está indisolublemente unida al compromiso público, al margen de siglas. Siempre hemos seguido este principio. También ahora, con la propuesta que he planteado hoy al resto de formaciones políticas para reducir en la medida de lo posible el coste económico que supone para los ciudadanos la repetición electoral del próximo 26 de junio.
Los socialistas entendemos que los ciudadanos no tienen por qué pagar el precio de la falta de acuerdo, sean quienes sean los responsables de no haberlo alcanzado, y más aún en un contexto económico como el actual, en el que una amplia mayoría social sufre las consecuencias no sólo de la crisis, sino de la mala respuesta, injusta e ineficaz, de la derecha frente a la crisis.
La propuesta se sustancia en tres puntos:
La suma de estas medidas, si fueran compartidas por todos los partidos, conllevaría un importante ahorro de dinero público. En todo caso, sea cual sea la respuesta del resto de formaciones, la aplicaremos en primera persona, la próxima campaña electoral socialista, igual que introdujimos un estricto criterio de austeridad en la anterior, al reducir el gasto en más de un 30%. La iniciativa, por tanto, no es un gesto aislado, sino la continuación lógica y coherente de lo que los socialistas venimos haciendo de manera continuada en las últimas convocatorias electorales.