Quienes creemos en el sistema político y jurídico español estamos de enhorabuena. Puesto que ha demostrado que es posible discutir las dudas de los ciudadanos en el máximo nivel y durante el tiempo que haga falta. Es un éxito de la democracia y del estado de derecho.
Además, quienes creemos que la sociedad a través del Parlamento, de las leyes y del Estado puede construir un proyecto educativo que incluya enseñanzas y contenidos curriculares que posibiliten la formación en valores cívicos, que refuerzan la propia convicencia democrática, y que ofrecen una oportunidad de adquirir conocimientos sociales y cívicos neutrales necesarios para una formación integral estamos doblemente de enhorabuena.
Con la aprobación de la LOE y el desarrollo de Educación para la Ciudadanía, el sector más radical de los padres católicos emprendió una batalla en pro del derecho a la objeción de conciencia que hoy ha desmontado el Tribunal Supremo por abrumadora mayoría, y contra el que nos mostrabamos una mayoría de la sociedad y de la comunidad educativa.
De otro lado, pero estrechamente vinculados, el Foro de la Familia y el PP iniciaron otra batalla contra el supuesto adoctrinamiento que los contenidos de Educación para la Ciudadanía suponía para los alumnos, supuesto éste también desmontado por el mismo alto Tribunal, y también por abrumadora mayoría, fallando que esos contenidos son necesarios para la formación como ciudadanos de los alumnos.
Por tanto, esta coalición de la derecha contra esta asignatira ha fracasaso. Y lo ha hecho porque no se sustentaba ni en hechos ni en conceptos serios ni firmes. Era una estrategia de ruido y de crispación. Una estrategia que no ha conseguido que la materia se enseñe en la mayoría de los centros y que se vaya a seguir haciendo con normalidad en todo el país y en todos los centros, para que, precisamente, los alumnos españoles aprendan valores, derechos y deberes, realidades institucionales y también a combatir los prejuicios de aquellos que sí quieran o pretendan adoctrinarlos al margen de las leyes y al calor de entidades privadas y religiosas.
Enhorabuena a todos y a seguir aprendiendo ciudadanía.