La verdad que no recuerdo un ataque de celos tontos como el que el PP y el Gobierno riojano están sufriendo a propósito del cumplimiento de un compromiso del Gobierno de España con el Ayuntamiento de Logroño, gobernado en fructífera coalición por socialistas y regionalistas y liderado por el alcalde Tomás Santos, quien, por cierto, está siendo el garante de muchos avances y progresos históricos y modernizadores en la ciudad de Logroño.

Veamos la cuestión. El equipo de Gobierno logroñés pactó con el Gobierno de España que la AP 68 sería la circunvalación sur de la capital en el momento en que se desarrollasen los trabajos de duplicación de la Nacional 232. Con este compromiso, que tiene su origen en la dinámica de cooperación y colaboración entre administraciones, los socialistas cumplimos nuestros compromisos y resolvemos la doble pifia del PP: inacción con la 232 y ampliación de la concesión de la autopista.

Desde hace varios meses, una Comisión viene trabajando en concretar el número de accesos, así como la mejor forma de convertir esta vía de alta capacidad en una ronda sur que dé fluidez y agilidad al paso, entrada y salida de los vehículos en Logroño. Además, los partidos más comprometidos con esta propuesta, de cuya idea original son legítimos propietarios, han certificado que ese compromiso se va a cumplir, y, además, en el menor tiempo posible.

¿Y el PP? Pues se dedica a marear la perdiz desarrollando una batería de propuestas y puestas en escena aceleradas, que denotan una gestión un tanto atribulada de su ansiedad, con tal de que se olviden los errores de su pasada gestión y sobre todo, los logros del presente y los beneficios del futuro. Beneficios y logros que vienen del cumplimiento del pacto de cooperación entre el Ayuntamiento de Logroño y el Gobierno de España, pacto que le viene bien a los logroñeses, y que está abierto, evidentemente, a la administración autonómica, que debería orientar sus esfuerzos hacia la buena voluntad y la colaboración, algo más productivo que mostrar celos porque las cosas salgan bien, y seguirán saliendo bien.