Hemos conocido hace unas horas los datos de desempleo y afiliación a la seguridad social: 64.309 parados menos y 81.447 de nuevos ocupados. Es el mejor dato desde 2006.
Baja el paro en todas las ramas, entre menores de 25 años, en ambos sexos y en casi todas las CCAA. En La Rioja, en 735 personas.
Son unos datos para el optimismo a medio plazo en la creación neta de empleo, algo que se producirá a lo largo de este año, mientras seguimos ofreciendo cobertura a las personas que todavía no consiguen acceder a un empleo: en 70 % del total.
Siendo cierto que en muchos años este mes es bueno para el empleo, no es menos cierto que las reformas estructurales e integrales lideradas por el Gobierno van, gradualmente, surtiendo un efecto que de forma progresiva va a ir implantándose en nuestros resultados económicos en forma de crecimiento, poco pero lo hay, más crédito y generación de actividad que cree empleo.
Casi a la vez de conocer los datos, veía a Rajoy desde mi escaño como torcía el gesto por un buen dato, que para él es malo claro, a la par que eludía gratificarse por una buena noticia para muchas personas y para la confianza del país. De nuevo, una oportunidad perdida para colaborar. Y un par de horas después, Sanz valoraba, reivindicaba y comparaba, pero tampoco abiertamente mostraba alegría por que en La Rioja haya 735 riojanos y riojanas menos en el paro. No vaya a ser que la gente lo atribuya a que, poco a poco, vamos mejorando. Como diríamos en la tierra, vaya pareja.