>

Blogs

César Luena López

El Blog de César Luena

Demasiado tiempo perdido

Siempre que se reflexiona sobre el futuro de La Rioja es común coincidir que su principal reto son las infraestructuras. Siempre que se hace cualquier análisis de oportunidad para cualquier región o territorio se entiende el factor de las comunicaciones como el componente esencial para su desarrollo. Siempre que hablas con emprendedores afirman preferir una Administración que invierta en crear infraestructuras adecuadas al crecimiento para todos, que subvenciones selectivas para unos pocos.

El Gobierno ‘autónomo’ del PP en La Rioja va a cumplir 20 años seguidos de autogobierno. Eso significa que buena parte de la responsabilidad del estado de las infraestructuras, con independencia de quien haya gobernado en España, de él depende, a no ser que imiten el victimismo de gobiernos como el de Cataluña que siguen la teoría de que «todo lo malo es culpa de otros».

En La Rioja, el error más descomunal en materia de infraestructuras en estos 20 años no es una inversión pendiente, no es algo que no se haya hecho, sino algo que hizo el PP en el año 2000: el aumento de la concesión de la autopista AP-68. Si en el año 2000 el PP no hubiera prorrogado el plazo de concesión 15 años más, hasta el año 2026, mediante el Real Decreto 172/2000 de 4 de febrero de triste recuerdo, desde hace tres años hubiéramos disfrutado de la gratuidad en todo el trayecto de la autopista, es decir, desde Zaragoza a Bilbao.

Este hecho, que es incomprensible para cualquier ciudadano con sentido común, ya que supone castigar con el pago del peaje durante quince años más, sin compensación alguna, el PP no solo no lo ha reconocido como error, sino que lo multiplica y lo celebra anualmente. Y esto es así, porque en primer lugar da permiso a la empresa concesionaria de la autopista para que siga con el negocio, y después realiza un convenio con ella para subvencionarlo con más de cuatro millones de euros anuales para que un grupo limitado de vehículos y de ciudadanos, si cumplen unas determinadas condiciones, puedan viajar gratuitamente entre Alfaro y Haro. Así pone una empresa cualquiera.

Pues bien, este mes nos han vuelto a recordar que la Administración pública sigue pagando por esta fechoría. Más de cuatro millones de euros de los contribuyentes se destinan a subvencionar algo que debiera ser gratuito. Algo que nos pertenece.

El PP nunca entendió que la autopista era no solo el futuro, sino el presente de La Rioja. Su Gobierno en estos 20 años ha demostrado que «no vertebraba la Comunidad», otro error, y apostó por otra solución alternativa, que hoy han abandonado por cierto, como es la duplicación de la Nacional 232. Nada sabemos de este proyecto. Absolutamente nada. Congelado.

Es cierto que siguen las obras de la Autovía del Camino, pero también es cierto que la apuesta de futuro no solo es mejorar las carreteras en La Rioja para transitar los riojanos, sino fundamentalmente abrir caminos y redes de comunicación con el exterior y esos proyectos están también estancados. La apertura con el eje Atlántico por Burgos o con el Sur, tanto por Soria como por Burgos, están estancados; no es que no haya ritmos de inversión, es que no hay ni voluntad política de acometerlos. La A-12 se ha paralizado en Santo Domingo de la Calzada, con lo que la conexión con Burgos por la N-120 apenas se utiliza y la A-15, entre Soria y Tudela, que nos centraría dentro del eje Madrid-Pamplona- Irún está también olvidada.

Hay otras inversiones que han suscitado controversias, reivindicaciones y reproches cuando el Gobierno de España era socialista y que ahora, pese a las promesas, se ocultan debajo de un espectacular, también costoso, puente. Es posible que las obras de la conexión de la Autovía de Pamplona con la N-232 finalicen dentro de diez meses, pero lo que no dicen, lo que se olvida intencionadamente, es que la conexión fundamental es el enlace con la autopista AP-68 y la conversión de la Autopista en la ronda Sur de Logroño, tal como se había prometido. Ese es el verdadero sentido de la obra: desviar el flujo de la actual circunvalación, no introducirlo en ella.

Del tren de alta velocidad mejor no hablar. El Gobierno riojano dijo que no iba a consentir que Navarra se adelantara. En el único tramo que hay obras es en el navarro. Heredaron unas obras de soterramiento del ferrocarril en la ciudad de Logroño y así están, como las heredaron.

Las administraciones públicas regionales y en especial sus representantes muchas veces hacen tonterías. Prometen lo que no pueden, como por ejemplo reducir a la mitad el paro o un verano con buen tiempo, y se dedican a hacer obras de difícil justificación, pero lo que nadie discute es que su función es dotarnos de infraestructuras de comunicación. Eso si no lo hace la administración pública no lo hace nadie… y ahí en 20 años han puesto muy poco interés. Demasiado tiempo perdido.

 

Artículo de opinión publicado hoy domingo 6 de julio en Diario La Rioja

Temas

Sobre el autor

Logroño, 1980. Doctor por la Universidad de La Rioja. Diputado socialista por La Rioja en el Congreso de los Diputados.


diciembre 2025
MTWTFSS
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
293031