El paro era un problema en octubre, se ha agudizado en noviembre, pero lo peor es que lo ha sido todos y cada uno de los días y meses del año.
Los resultados mensuales, con independencia del “tobogán” de sus datos, unos meses con subidas y otros con bajadas, nos recuerdan una cosa, que el drama se mantiene.
Y el drama del paro debemos ser conscientes que va a permanecer mucho tiempo todavía entre nosotros, y el asunto no está en celebrar o criticar datos mensuales coyunturales, sino en ser conscientes de que es el nuestro principal problema y así debemos enfocarlo, especialmente en grupos de parados cuyo horizonte de esperanza se está agotando, como los jóvenes, porque hoy es su único problema. Y ese enfoque debe pasar por cambiar las políticas y destinar atención y recursos para vencer este drama. Eso debe hacer el Gobierno, aquí y allí.