Hay dos argumentos de carácter económico que se esgrimen en La Rioja por parte de su Gobierno que se asientan en la contradicción y en el juego de responsabilidades.

El primero, afirma que si La Rioja tiene deuda, caída de ingresos, excesos de gasto o una cifra histórica de paro no es por culpa del Gobierno riojano sino por el Gobierno de España. Es decir, el Gobierno de La Rioja, como otros gobiernos autonómicos, si vieron venir la crisis, también vieron venir la caída de ingresos y todas las demás consecuencias, pero al parecer sufrieron un arrebato incontrolable y no lo reflejaron en sus respectivos presupuestos, de cuya elaboración son dueños y señores y por tanto únicos responsables. No obstante, niegan responsabilidad alguna.

El segundo, contrariamente, propaga que La Rioja pese a la crisis, es una Comunidad que resiste bien, que tiene unos índices mejores que el resto: una especie de isla inaudita. Aquí, el mérito se otorga en exclusivo a factores riojanos y sí se apropia la responsabilidad.

Viviendo en demagogia nunca terminaremos conociendo el grado de responsabilidad de cada uno, imposibilitaremos la autocrítica y lo que es peor, el diagnóstico para acertar.

Pongamos como ejemplo lo que más preocupa a los ciudadanos, hablemos de empleo.

Según datos del tercer trimestre de la EPA, el conjunto de la media de paro en España es del 21,52%. En La Rioja, en cambio, es del 17,39%. Las trompetas gubernativas ya tienen melodía: “casi cuatro puntos menos”. Fantástico. Somos los mejores…etc.

Llama la atención que casi nadie se detenga en observar cual es la evolución del eje económico donde La Rioja está asentada, que nos rodea, para así poder llegar a la conclusión de si existe mérito o particularidad atribuible.

Si hacemos la comparativa con todos nuestros vecinos concluiremos que de existir alguna singularidad, esta es negativa: Álava tiene el 10,06% (más de siete puntos menos que La Rioja), Navarra tiene el 11,68 % (casi seis puntos menos), Soria el 11,57% (casi seis puntos menos), Burgos el 13,16% (menos de cuatro puntos). Y todo ello con una tasa de actividad semejante.

Por tanto, tal vez en lugar de “sacar pecho” habría que “esconderlo”. No hay nada para mostrar satisfacción, sobre todo si se tiene en cuenta que La Rioja siempre ha obtenido índices de paro por debajo de la media nacional, eso sí, antes era la Comunidad que menos o de las que menos porcentaje de paro tenía y ahora somos la novena. En la actualidad nos tenemos que conformar con estar “por debajo de la media nacional”.

Dicho esto, estamos en tiempo de elaboración de los presupuestos generales de la Comunidad para 2012 y nada nuevo se dispone para reactivar el empleo en La Rioja.

El pasado lunes, se presentaban en el Ministerio de Hacienda los datos de ejecución presupuestaria trimestral de las Comunidades Autónomas. Algunas de las conclusiones son: uno: se destaca a nivel global, el descenso – o mejor dicho freno al crecimiento del déficit de las comunidades autónomas- (pasa del 1,2% al 1,19%) en una centésima del porcentaje de déficit sobre el PIB nacional; dos: se observa que el esfuerzo de contención de las comunidades ha de seguir en el cuarto trimestre, si se quiere alcanzar el objetivo del 1,3% previsto para esa parte de las administraciones públicas.

Si nos detenemos en nuestra Comunidad Autónoma, y sin perjuicio de lo que pueda pasar a lo largo del cuarto trimestre, resalta lo siguiente:

1. Que lo pagado en concepto de intereses financieros (capítulo III de gastos) procedentes de la deuda de nuestra Comunidad, ha crecido en 2011 con respecto a 2010 en un 120,90%, producto del gran incremento de deuda que el gobierno generó en 2010.  

2. Que lo siguientes gastos que más crecen durante 2011 respecto a 2010, en concreto un 36,67%, es la cantidad que tenemos que devolver a la banca para amortizar los préstamos recibidos como consecuencias de los déficits generados en años anteriores.

En consecuencia, me gustaría hacer tres reflexiones que considero importantes:

La primera es de carácter cuantitativo y significa que debemos ver las cifras en su contenido amplio. 0,56% de déficit sobre el PIB regional significan 45,56 millones de euros que añadiremos a nuestros más de 910 millones de deuda viva, alrededor de 158.000 millones de pesetas.

La segunda reflexión es de carácter cualitativo. ¿Merece la pena pagar tantos intereses, devolver tanta deuda, deber 910 millones para realizar una escasa inversión de apenas 46 millones de euros?

Y la reflexión final, ¿hay algún gasto, programa especial o inversión para motivar el empleo? Me refiero a alguna actuación que contribuya a conseguir, por ejemplo, el mismo empleo que los territorios vecinos. ¿No lo hay? ¿No piensan hacer nada? Hubo quien prometió reducir el paro al 9% y posiblemente consiga que La Rioja llegue al 18%. ¿No hay nadie aquí que asuma la responsabilidad que asumen nuestros vecinos?

Publicado hoy en Diario La Rioja