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César Luena López

El Blog de César Luena

El PP y la sequía: el triste año 2017

De los distintos desaires y perjuicios que el Gobierno Rajoy ha ido provocando en La Rioja a lo largo del año que acaba de finalizar, hay uno que sobresale, que desborda, paradójicamente, los niveles de desdén, insensibilidad e incompetencia. Me refiero al trato que el Gobierno del PP y el organismo Confederación Hidrográfica del Ebro han dado a los agricultores y ganaderos riojanos afectados por la sequía, un trato discriminatorio y que roza lo vejatorio.

En varias ocasiones, hemos pedido los socialistas que se aprobase una declaración de sequía, pero ésta no ha llegado nunca. Peor aún. Cuando el PP tenía la posibilidad de enmendar todos sus errores, ha metido aún más el pie en el barro de la desconsideración hacia La Rioja. ¿Era posible? Sí, votando en contra de los acuerdos entre distintos partidos, adoptados a iniciativa del PSOE, que perseguían ampliar las ayudas y otras medidas para agricultores y ganaderos de otras cuencas, como la nuestra del río Ebro y especialmente su margen derecha, que están teniendo muchos problemas en forma de pérdidas cuantiosas y más gastos de los previstos. Un desastre sin paliativos, como se diría.

El PP no tiene culpa de la sequía, nadie puede tenerla. Pero ni ha sabido ni ha querido anticiparse a la sequía, ni tampoco gestionar los riesgos que advertían de unos ciclos de sequía cada vez más intensos y frecuentes. Ese es el problema de concebir el agua como un  tema de utilización partidista y electoral. Reitero, el PP no tiene la culpa de la sequía, pero sí es responsable de sus peores consecuencias por no planificar debidamente, sobre todo las infraestructuras de regadío, y por no tomar las decisiones políticas a su tiempo.

Ahora bien, de lo que sí tiene culpa el PP es de las decisiones políticas que (no) se han ido tomando durante este año, decisiones que, una tras otra, han ido dejando fuera de juego a La Rioja, por más que el propio Gobierno regional, patéticamente, pidiera a su propio Gobierno, del mismo color, que atendiese las peticiones de regantes, agricultores y ganaderos. La culpa de tolerar actitudes displicentes como la del inefable responsable, esperemos que no por mucho tiempo, de la CHE o de los burócratas del ministerio, siempre dispuestos a repetir de pepitoria las condiciones legales que prevén la declaración de sequía, condiciones que utilizan como obstáculo siempre.

Estábamos en éstas, cuando llegó la tramitación del Real Decreto que atiende, desde hace meses, la situación gravísima en la cuenca del Duero, y que el PSOE, junto con otros grupos políticos, pidieron que se tramitase como Ley con el objetivo de poder ampliar el número y tipo de ayudas, y además de poder extender éstas a otras Demarcaciones Hidrográficas, como la del Ebro.

Y aquí ya no vale esconderse detrás del inefable responsable de la CHE, de la burocracia ministerial o de las estadísticas. Hay que fijar una posición política. Y ya lo creo que la fijaron. Y que mantienen, por cierto.  En contra. Dirán ustedes, pero ¿de qué? En contra de todo. De todo.

El PSOE planteó entonces, hace escasos días, “establecer medidas de apoyo y, en su caso, la concesión de ayudas a los titulares de las explotaciones agrarias situadas en los ámbitos territoriales afectados por la sequía en el presente año agrícola, que hayan sufrido pérdidas de producción bruta en los cultivos o en los aprovechamientos ganaderos”. Esta propuesta salió adelante, y el PP votó en contra.

El PSOE planteó también flexibilizar la aplicación de las medidas para atender las situaciones de sequía, como la sufrida durante el 2017. Se aprobó, y el PP votó en contra.

El PSOE pidió la creación “de un Fondo Extraordinario de lucha contra la sequía y sus consecuencias destinada a financiar medidas de ayuda para compensar las pérdidas producidas por la sequía y otras adversidades climáticas en las explotaciones agrícolas y ganaderas”, propuesta que salió adelante, y el PP votó en contra.

Por último, el PSOE planteó que se contemplase la posibilidad de poder contratar dos potencias diferentes en cuanto a las redes de transporte y distribución eléctrica para regadíos que tuviese en cuenta la necesidad de suministro en cada momento del año. También se aprobó, y (para no estropear la función) con el voto en contra del PP.

Este texto está en el Senado y volverá al Congreso. Desde estas líneas le pido al PP que, aunque sea tarde, mal y nunca, corrijan su incomprensible posición y apoyen las decisiones que una mayoría en las Cortes están impulsando, y que no bloqueen estas medidas en el Senado, porque, de hacerlo, solo ustedes serán los responsables de las pérdidas enormes de muchas familias agrícolas y ganaderas de la región que no merecen su displicencia como partido y el olvido como Gobierno.

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Sobre el autor

Logroño, 1980. Doctor por la Universidad de La Rioja. Diputado socialista por La Rioja en el Congreso de los Diputados.