Convertida la alegría en más ganas, los socialistas volvemos hoy al trabajo en Andalucía y en toda España. Y lo hacemos apenas unas horas después de ganar las elecciones andaluzas, convertirnos en la primera fuerza política de esta comunidad y revalidar en las urnas la confianza en el PSOE de los ciudadanos de Andalucía. Por eso, antes que nada, vaya por delante mi agradecimiento a todas las personas que han apoyado el proyecto seguro que enarbola el Partido Socialista y lideran Pedro Sánchez en España y Susana Díaz en Andalucía.

La liturgia que rodea cada jornada electoral y el análisis apresurado de los primeros datos precede siempre a la digestión reflexiva de eso que llamamos ‘el día después’ en la que nos encontramos hoy. Ha ganado el PSOE. Y por encima de las siglas, quien ha ganado en Andalucía es la gente, ese 90% de ciudadanos castigados de forma impenitente por unas políticas del PP que procuran ventajas y beneficios únicamente al 10% restante. Ellos son los grandes protagonistas de una noche electoral en la que el PSOE volvió anoche a abrirse como un paraguas seguro frente a una forma de hacer política ajena al sufrimiento.

Los resultados son reveladores. A la hora de escribir estas líneas, antes del cierre definitivo del escrutinio, el PSOE se sitúa diez puntos por encima de la segunda fuerza más votada, el PP, y casi 20 por delante de la tercera.

Para el nuevo equipo liderado por Pedro Sánchez, las de ayer eran las primeras elecciones a las que concurríamos. Hemos trabajado con rigor y honestidad, con prudencia, humildad y unas enormes ganas de mejorar el país que compartimos. Los socialistas estamos muy satisfechos, realmente contentos. Tenemos motivos. El buen resultado de ayer nos anima a seguir adelante con fuerza renovada. Gracias. A trabajar.