Leo esta mañana la prensa y observo, como siempre, las controversias entre las diferentes versiones sobre la huelga de ayer en nuestro país. Me inclino por pensar que la huelga ha tenido impacto en ciertos sectores y que en general ha tenido un seguimiento desigual y moderado.
Eso fue ayer. Hoy tenemos por delante dos tareas.
El diálogo. El propio presidente del Gobierno ha declarado que es el objetivo principal para él. Que cuestiones como el desarrollo de la reforma laboral y el sistema de pensiones puedan acordarse mediante el diálogo social entre sindicatos y empresarios.
Y la complicidad. Me refiero a la que debe existir entre el PSOE, el Gobierno progresista de España y los sindicatos. Presta la derecha se ha puesto a dirigir sus dardos contra el sindicalismo y por ende, contra los derechos básicos de representación de los trabajadores.
Por eso ayer las diferencias. Hoy el diálogo para llegar a acuerdos y la compicidad para fortalecernos.