Acabamos de aprobar en el Congreso la recuperación del impuesto de patrimonio para los años 2011 y 2012.
Los impuestos son instrumentos mediante los cuales los gobiernos recaudan dinero de los contribuyentes para poder pagar los servicios públicos que reciben los ciudadanos. Y como tal instrumento se usa en función de las circunstancias económicas y las necesidades de recaudación. A veces se sube, a veces se baja y otras –como en este caso – se exime de su pago un tiempo y luego se repone, en todo o en parte.
No se trata de recuperar el viejo impuesto de patrimonio que acababa gravando a las clases medias, se trata de pedir a las grandes rentas un esfuerzo. Esta medida no afectará a las clases medias, toda vez que quienes no superen los 700.000 euros de patrimonio seguirán sin pagar este impuesto.
Recuperar este impuesto es justo y razonable. Es justo y razonable que aquellos que tienen recursos y que siguen ganando dinero de sus beneficios pongan una parte para generar empleo.
Subir impuestos a las personas que más tienen es justicia social y solidaridad en tiempos de crisis. Se pretende recaudar 1.100 millones de euros para destinarlos al mantenimiento de Estado del Bienestar, y pagar la cuotas de Seguridad Social de 300.000 empleos para jóvenes, 1.000 de ellos jóvenes riojanos.
Por cierto, ¿Qué va a hacer el Gobierno de La Rioja? ¿Apoyará el empleo juvenil o mirará a otro lado?