El PP acaba de presentar una trampa fiscal. Esa es la pura verdad.
En dicha trampa incluye una rebaja fiscal de la que la se beneficiarán sobre todo las empresas de mayor volumen y las rentas muy altas.
De equidad no se sabe ni se dice nada y mucho nos tememos que seguiremos pagando los mismos. Además, si no podemos tener más déficit y vamos a recaudar menos, habrá que reducir el gasto, y por tanto: ¿quién va a recibir menos? Con este panorama, no parece aventurado predecir que seguiremos con más austeridad en el gasto público, es decir con recortes de la prestaciones sociales y de los servicios públicos.
España necesita una política fiscal pensada en la suficiencia, la solidaridad y la equidad. No esta trampa que se nos presenta, que solo tiene en cuenta las necesidades electorales del Partido Popular.