Ayer los socialistas riojanos elegimos qué personas vamos a defender el proyecto socialdemócrata en las próximas elecciones del 20 de noviembre. La semana que viene aprobaremos nuestro programa marco, y el próximo 8 de octubre ratificaremos en Madrid tanto una cosa como la otra.
Practicamos el debate y la participación, la transparencia y la democracia deliberativa. Esto nos hace más fuertes y creíbles ante la cita con las urnas. Ya saben, el sistema es mejorable pero, en mi partido todos elegimos a uno o a unos; en el otro partido mayoritario de la región, uno siempre elige a todos.
En mi conciencia están las difíciles expectativas electorales de los socialistas, y también el complicado contexto social, económico y político en el que afrontamos las elecciones como partido del gobierno. Pienso en ello cada día y cada día confirmo la diferencia entre difícil e imposible. Y cada día compruebo que estoy convencido de que lo que los socialistas perseguimos ahora es difícil. Solamente difícil.
Desde el mes de julio, en el PSOE estamos trabajando en la preparación de un proyecto político nuevo para España bajo el liderazgo de Rubalcaba, el mejor de los presidentes que España puede tener de cuantos se presentan el 20 de noviembre, algo que los lectores de diferentes tendencias compartirán conmigo. Este proyecto político tiene cuatro grandes objetivos: crear empleo, renovar nuestras estructuras económicas para que sean sanas y competitivas, preservar las políticas sociales básicas y la garantía de la igualdad de oportunidades y, en cuarto lugar, actualizar nuestra democracia, las reformas democráticas que una parte amplia de la sociedad española está demandando.
Los electores no son los mismos que hace cuatro años, y nosotros tampoco. Ha habido errores en estos años de Gobierno. Ha habido decisiones duras para algunos grupos de la mayoría social de progreso que nos llevó a gobernar. Tardamos en reconocer la crisis y, aunque ahora es muy fácil decirlo, en adoptar decisiones en el ámbito de las reformas y, posiblemente, de los ajustes.
Desde el año 2010, y de la mano de nuestros socios de la UE e integrados en el G 20, recuerden que por primera vez en la historia, hemos seguido un plan de actuación coordinado y que respondía a las distintas caras de la crisis: estímulo para luchar contra el desempleo, ajustes presupuestarios para luchar contra el déficit, e incluso una reforma constitucional para establecer la estabilidad presupuestaria y luchar así también contra la voracidad de los mercados de deuda soberana.
Ahora, vamos a pelear hasta el último voto del último pueblo de España y de La Rioja para revalidar la confianza de los ciudadanos y convertirla en una nueva mayoría progresista. Sé que es difícil, sí. Y complicado, también. Estoy seguro de que es posible.
Pero, como recordaba el otro día Felipe González, ¿para qué? ¿Por qué pelear, todo el partido-con todos los socialistas detrás- y a la vez en toda España, para ganar?
Hay dos ideas pegadas a nuestra trayectoria y a nuestra razón de ser, individual y colectiva, como ciudadanos-políticos, y como partido: transformación social y progreso compartido.
Y siempre hemos elegido la democracia, como sistema y como forma de gobierno para aplicar esas ideas, mejorar la vida de la gente, generar oportunidades y avance. Por eso queremos ganar.
Las crisis se incuban en épocas de bonanza. Y durante las crisis se siembran, o no se siembran, las semillas del avance, aunque se sufran dificultades. No queremos más semillas de crisis implantadas por la voracidad de gobiernos sin corazón social. Socialdemócrata es nuestro rumbo, nuestra razón de ser. Por eso queremos ganar para relanzar un crecimiento económico con equidad, la lucha contra el fraude fiscal, la fortaleza del sistema educativo y sanitario ante las amenazas de los recortes y la privatización. Hacer fuerte a un país con el esfuerzo proporcional de todos para que todos lo puedan disfrutar.
Por eso estamos explicando y escuchando, para que el 20 N pongamos en el gobierno un proyecto de confianza colectiva, realista y consciente, pero ambiciosa. Y con corazón socialdemócrata. ¿Que es difícil? Sí, pero sólo es difícil.
Vamos, podemos.
Publicado hoy en Diario La Rioja.