Sin embargo, el tiempo ha quitado la razón a los que tragamos… Víctor Morlán, el mismo que vino a presentar la propuesta definitiva de la Secretaría de Estado de Planificación e Infraestructuras para la transformación de la autopista en circunvalación de Logroño, aprovechó para lanzar el anzuelo y, como era de esperar, picamos.
Al fin y al cabo, todos y cada uno de los allí presentes nos limitamos a reproducir sus palabras.
Y es que aquel 26 de marzo del 2010 la atención se centraba en saber cuántos enlaces tendría la futura ronda de la capital riojana: que si los cinco que solicitaba el Ayuntamiento de Logroño, que si los seis que reclamaba el Gobierno de La Rioja, que si los cuatro que ofrecía el Ministerio de Fomento…
Recuerdo cómo a preguntas de los periodistas (¿pero, al final, cuántos son?, pedimos que nos aclarasen), era el propio delegado del Gobierno en La Rioja, José Antonio Ulecia, quien salía en defensa del propio Morlán sentenciando que los enlaces eran los que eran pero que cada uno podía ver los que creyese convenientes si lo que se pretendía era manipular…
No fue necesario, pues a esas alturas el anuncio ya había sido ‘soltado’ como un globo multicolor asegurándose titular, subtítulo y entradilla.
¿Que más daba que hubiese cuatro, cinco o seis enlaces si el tramo entre Navarrete y Arrúbal de la AP-68 definitivamente iba ha salirnos gratis? Morlán no supo o no quiso precisar el cómo ni el porqué pero el vencimiento del plazo ha demostrado que se fue con el trabajo hecho. Nueve meses más de dilación que, no obstante, llegado el momento se han tornado en un incumplimiento en mayúsculas.Un compromiso vacío que, finalmente, no ha sido asumido por el Gobierno central dejando con el culo al aire al equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Logroño.
Nueve meses de declaraciones relativas a una promesa, supuestamente avalada por el propio ministro Blanco, que no han servido más que para poner en evidencia a Tomás Santos y no digamos a Ángel Varea. Y eso que todo ese tiempo el ‘bipartito’, matrimonio de conveniencia según el PP, ha vivido situaciones que apuntaban (o así nos lo hacían ver) incluso al divorcio.
El incumplimiento del compromiso adquirido por partida doble deja al alcalde de Logroño a los pies de los caballos a apenas cinco meses de las elecciones municipales.
¿No hubiese sido mejor callarse, amigo Víctor?, se preguntará el bueno de Tomás. ¿Acaso en marzo la situación económica era tan distinta a la de hoy para pensar que el Ejecutivo de Zapatero asumiría sin problemas el coste del rescate de la AP-68?, me pregunto yo.
Flaco favor han hecho a Santos, pero que muy flaco. El peaje de la AP-68 no es que haya sido suprimido, ni tan siquiera que haya sido rebajado… es que encima ha subido. ¡Toma ya! 20 céntimos más entre Bilbao y Logroño pagó un servidor el pasado sábado cuando, además de todo, viajaba para currar el día de Año Nuevo, seguramente cuando todos ellos dormían.
Respecto al PR cabría cuestionarse si es suficiente consuelo el que Fomento no deseche definitivamente el proyecto. Faltaría más, habría que espetar al no menos bueno de Varea. ¿Habrá que volver a creerse una nueva promesa antes de que acabe la presente legislatura? Flaco favor también, pero a sí mismos.
P.D.
Por cierto, hoy comparecían la candidata del PP a la Alcaldía de Logroño, Cuca Gamarra, el consejero de Vivienda y Obras Públicas, Antonino Burgos, y el secretario general de los populares riojanos, Carlos Cuevas, para denunciar, oportunistas ellos, el “incumplimiento del PSOE” en relación a la AP-68.
Lo que se les ha olvidado decir es que si no fuese por la prórroga de 15 años firmada en la era Aznar con su complicidad, la dichosa autopista de peaje sería gratis para los riojanos desde el pasado 1 de enero. Y eso, siendo justos, tampoco conviene olvidarlo.
Ya saben… Justicia para todos.
P.D.2.
Y hablando de Justicia y de justos, vaya por delante que la fotografía es de Justo Rodríguez.