¡¡¡Qué nervios!!! Apenas faltan unos días para la 26 Media Maratón de La Rioja. ¡Mi primera media! Quién me lo iba a decir cuando hace casi un año contacté con Paula Fernández y Roberto Molina para que se embarcaran con un tipo de 122 kilos en un reto que se llamaba ‘Objetivo 25 kilos’. ¡Quién hubiera apostado por ello en junio de 2016!
Y aquí estoy, nervioso como un crío esperando que pasen los días cuanto antes para que llegue el domingo y que suene el disparo para empezar a correr, con 21.097,5 metros por delante. Más de dos horas, según mis cálculos.
Hace apenas tres semanas ya conté que no las tenía todas conmigo. Después de 40 días lesionado, no dependía de mí ya llegar. Entre María, Alberto y Miguel han hecho que mejore mi gemelo de forma asombrosa (asombrosa para mí, porque ellos tenían muy claro lo que me pasaba y cómo resolverlo). El Centro de Fisioterapia y Medicina Deportiva Las Gaunas ha sido durante estas semanas mi lugar de peregrinación en busca del milagro. Lo he dicho mil veces, pero es impresionante sentirse tratado como un profesional cuando uno es un simple amago de deportista.
Después de varios días de tratamientos diversos y de pruebas en la Alter G para limitar los impactos en la carrera, María me dio el visto bueno para salir en la calle. Como dice la canción, ‘Despacito‘. Los primeros días salí neurótico perdido, con una tensión tremenda. Está mal decirlo, pero corría con ‘el culo prieto’, encogido y casi de puntillas, pendiente de cada sensación en las piernas, como si cada movimiento fuera un aviso a un próximo y nuevo pinchazo. Hasta agujetas me quedaban tras correr por los nervios.
Pero la lesión no ha llegado y he ido corriendo cada vez más. Más distancia pero bastante más lento que hace mes y medio. No se puede tener todo.
Corrí la 10K de Vitoria a un ritmo medio decente, acompañado de Roberto y Lara. Primera prueba superada.
La semana pasada, entre paso y paso por el fisio, hice la esperada tirada larga que tanto necesitaba para convencerme de que tenía posibilidades de completar la Media. 18,5 kilómetros a un ritmo cercano a los 6 minutos por kilómetro. Ese va a ser mi ritmo. No busco una marca, busco la sensación de encontrarme bien en carrera, sin sufrir y disfrutando. El objetivo es llegar y disfrutar.
Además de los entrenamientos, Paula me ha dado nuevas pautas en mi último paso por el Centro de Nutrición y Dietética Nutrium para seguir trabajando en mi alimentación y para seguir aprendiendo cómo comportarme antes, durante y después de la carrera. Lo dicho, como un profesional.
De hecho, esta semana hemos estado haciendo probaturas. Midiendo la pérdida de peso en carrera, variando en la previa y en la carrera el agua y los isotónicos… Todo para controlar mejor el gasto y la recuperación de energía y la hidratación en la carrera y ver qué me iba mejor.
Ahora toca correr y disfrutar.
Además, en estos días, por fin me decidí a hacer caso a Roberto y a los fisios y hacerme un estudio de pisada para ver si las lesiones tenían algo que ver con mi forma de correr y, si era así, si se podía resolver de alguna manera. Seguí sus recomendaciones y me puse en manos de Óscar Santolaya. Revisión, estudio informatizado y con vídeo de la huella, de la marcha, de la técnica de carrera. El primer diagnóstico fue que no había nada grave pero que sumaba pequeñas cosas. La primera solución: unas taloneras duras de medio centímetro para correr. El resultado, de momento, creo que muy favorable.
Ahora toca esperar a las plantillas personalizadas que me ayudarán todavía más en la prevención de lesiones. Todo suma para encontrarme cada vez mejor.
No quiero cerrar este post sin hablar de la conferencia ‘Objetivo 25 kilos: Así se hizo’, que se celebró en Ibercaja. Gracias a todos los que acudisteis a verla. Fue una gozada compartir charla con Paula Fernández, Roberto Molina y Chema Urraca. Hablaron del proceso de este reto desde el punto de vista médico, deportivo y nutricional. Yo sólo di mi punto de vista y mi experiencia personal como ejemplo y fruto de un proceso y un trabajo superprofesional fantásticamente bien llevado. De hecho, me hicieron recordar cosas que ya no recordaba y que, sin embargo, reconocí como básicas en este periodo de aprendizaje constante. El protagonista no era yo, era la labor realizada por todos los que han hecho posible este Objetivo 25 kilos. Muchas gracias de mi parte y, como ella misma os dijo, de parte de mi madre 😉
Ya llega el domingo, ya llega un reto que habéis hecho que se convierta en posible.
Por cierto, esto de correr largas distancias parece que no acabará el domingo. Entre Roberto, Paula y compañía me han metido el bicho… Ya estoy apuntado a la Behobia-San Sebastián en Noviembre. Parece que esto va de buscar retos casa seis meses…