Llega diciembre. El mes de las cenas, despedidas de año, navidades… y mi cumpleaños, que no es poco. 31 días complicadísimos si se pretende mantener una dieta saludable y continuar el camino comarcal que opté por seguir hace unas semanas en la cita que tuvimos en Nutrium con Paula. Es que no es solo diciembre. Luismi, que sigue adelante y con éxito el reto de no beber alcohol, reflexionaba unos días acerca de lo difícil que era en esta tierra de vinos evitar el ‘bebercio’ si se quiere algún tipo de vida social. Se puede, claro que sí, pero las tentaciones están ahí, todos los días y a la vuelta de la esquina. Y está cerca de cumplir un mes sin una gota en su organismo. ¡Olé!
Decía que lo del mes complicado no era patrimonio exclusivo de diciembre. Noviembre también me puso en compromisos complicados, como una reunión con otros cuatro amigos del colegio (y del alma) que pasaron por Madrid. Un fin de semana del que era consciente antes de viajar a sabiendas de que iba a haber excesos de comida y de bebida, que los hubo. Sin embargo, por consejo de Paula no toqué ni el pan ni los dulces. Sé que es poco, pero suma algún kilómetro en este camino hacia el bienestar.
Al margen de esto, he intentado mantener cierto orden en la dieta pero he descubierto que en invierno es más complicado “cuidarse”. Paula nos dijo que no tenía que ser así pero me cuesta el doble que en verano. Y mientras hemos intentado calmar la ansiedad estas dos últimas semanas, manteniendo la actividad física (he cambiado por el frío la bicicleta por la natación y el gimnasio), hemos comenzado a trabajar nuevamente con el entrenador personal especializado en Salud y Rendimiento Fernando Carrascón. Como cuando comenzamos esta aventura, vamos poco a poco incrementando cargas y echándonos las risas de siempre. Hemos vuelto a las rutinas de los Lidios Valentines y los pecho palomos aunque Fernando nos ha recibido con los brazos abiertos y otros ejercicios que dejan en evidencia la falta de coordinación de estos dos motivados.
Pese a todo, ambos estamos en camino, servidor por la comarcal, haciendo algunas paradas para observar el paisaje; Luismi andando tranquilamente con su botellín de agua en la mano. Pero avanzamos porque mucho, por no decir casi todo, está en la cabeza. Y el trabajo de Paula es esencial para mentalizarnos. Por cierto, este viernes le debemos dar por escrito lo que hemos estado comiendo estos días… Miedo me da.
Y quiero aprovechar este post para felicitar a Paula, Lorena y Laura porque el pasado miércoles se celebró el día del Dietista-Nutricionista en España, que este año reivindica la importancia de la nutrición en el deporte. Doy fe que ese es el buen camino. Y como dicen ellas, pon un nutricionista en tu vida.