Hoy toca hablar del trabajo físico que Luismi y servidor hacemos a lo largo de la semana, además de seguir las pautas de buena alimentación que nos ofrece Paula Fernández Giménez a este dúo de motivados. Una cosa debe estar ligada a la otra, sí o sí. Por lo menos así lo veo yo. Y desde el inicio, el entrenador personal especializado en Salud y Rendimiento, Fernando Carrascón, se hizo cargo de nosotros en el gimnasio de Nutrium. Dos veces por semana, unos 50 minutos más o menos, y salimos secos. No le fue fácil al bueno de Fernando, pero alguna sonrisa le conseguimos sacar.
Fernando es joven (podría ser nuestro hijo) y tiene el gran don de la paciencia. Porque ninguno de los dos somos carne de cañón de un gimnasio. Todo lo contrario. No conocemos la terminología de los ejercicios y cuando nos colocamos frente al espejo para realizar algo parecemos patos mareados, muy lejos de esos fortachones musculados que uno puede ver en cualquier sala de gimnasio. Y con mucho talento, Fernando nos ha sabido llevar poco a poco, incrementando cargas, dándonos caña de forma tan gradual que casi no hemos notado lo mucho que hemos mejorado.
Y las sesiones, además de ser un punto de reunión de trabajo (el Covid nos ha privado de poder ir juntos al periódico), es un momento en el que nos echamos muchas risas mientras trabajamos. De hecho, de los mismos creadores del ‘Ansiómetro’ o el ‘Abrazómetro’, hemos rebautizado entre los tres algunos de los ejercicios. Tenemos, entre otros, el ‘Pecho Palomo’ o el ‘Lidio Valentín’. Estos trabajos los complementamos con la bicicleta, en mi caso, o con las largas caminatas que se pega el bueno de Luismi, además de ejercicios cardio que ambos realizamos por separado.
Los resultados ya se empiezan a notar. Con el cambio de estación ambos hemos ido a buscar ropa en nuestros armarios que habíamos aparcado en otra época porque ya no entrábamos en ella. Es gratificante, un premio a nuestra conducta. Sabemos que el camino el largo y que no se puede bajar la guardia nunca, pero son cosas que reconfortan.
Antes de apagar el ordenador, y para que os hagáis una idea, os dejo una sesión con Fernando en cámara rápida. En concreto, 47 minutos en 47 segundos. Por cierto, nos han chivado que nuestro joven mosquetero Álex comenzará a trabajar también con Fernando. Esperamos ansiosos nuevos nombres para los ejercicios.