El crudo invierno empieza a quedar atrás y los motivados poco a poco salen de sus cuevas tras un periodo de hibernación para activarse. No han sido meses fáciles ni para Luismi ni para un servidor, pero aparentemente ya volvemos a la acción, a la vida sana, a empezar a sentirnos bien con nosotros mismos. Y el ejercicio, en este sentido, es fundamental. Mientras mi compañero de fatigas está cumpliendo entre tres y cuatro días de gimnasio por semana, yo estoy dándole duro a la bici, preparándome para el reto de un nuevo Camino de Santiago. Pero esta vez con un amigo y nuestras respectivas hijas adolescentes. Ejercicio físico y de paciencia, que será lo más complicado -y hermoso- del viaje.
De momento vamos sumando kilómetros (en lo personal llevo un mayo en el que he pedaleado 570 kilómetros, que no está mal) y las chicas, que ya han acabado la competición de baloncesto, lo hacen los fines de semana. Y de momento todo va viento en popa y las expectativas son muy buenas. Paula Fernández ya me dio consejos para afrontar el Camino el año pasado que siempre son buenos recordar: qué desayunar, qué almorzar, comer, merendar y cenar. Aquí os dejo la dieta del peregrino que escribió hace un año.
Lógicamente tanto ejercicio nos deja los cuerpos un poco cansados. Agujetas le dicen por aquí. Y al bueno de Luismi se le suman también los problemas físicos que arrastra en su rodilla y que le torturan al caminar. Vejez, maldito tesoro. Pese a todo, ambos nos sentimos mejor (en mi última visita a Nutrium bajé un kilo y medio) y pronosticamos buenos meses antes del verano.
Estos de primavera son meses de mucha actividad en Nutrium, aunque es uno de los servicios que nació en la pandemia el que está funcionando sobre ruedas: el online. En este sentido, los clientes pueden encontrar ayuda para adelgazar con dietas personalizadas, nutricionistas infantiles, nutricionistas deportivos, para el embarazo y oncológico. Y sin moverte de casa. Pero también es presencial, que es el que utilizamos con Luismi cada dos semanas. Y la bendita de Paula nos prepara un menú cada quince días. Así que la cosa empieza a encaminarse nuevamente en nuestro camino hacia una vida saludable.