El ciclismo parece que no tiene arreglo y que camina hacia el suicidio, como deporte-espectáculo de masas, a pesar de la innegable belleza de sus imágenes y de las heroicas gestas de los “esforzados de la ruta”; sin embargo, el caso Contador presenta más dudas de las que tienen los diarios L´Equipe y The New York Times, que acusan al español de dopaje.
Todos suponemos, como después suele comprobarse, que esos ciclistas, que, de repente, andan “como una moto”, están dopados, pero no es el caso de Contador, que siempre ha seguido una regular línea de campeón y era el abanderado del nuevo “ciclismo limpio”. Por eso resulta extraño este supuesto caso de dopaje.
En primer lugar, llama la atención la pequeña cantidad aparecida de clembuterol, causa oficial del dopaje, que no serviría para mejorar el rendimiento, resultando absurdo tomar algo que no sirve para nada. La explicación del corredor, de que ha sido contaminado por un solomillo de carne, me resulta bastante razonable. Un representante de los ganaderos ha salido raudo a decir que en España no hay carne con clembuterol, y es lógico que lo diga, porque es su negocio; más me ha extrañado que salga un veterinario a decir lo mismo, porque estos sí conocen la situación y las triquiñuelas con que han tenido que bregar durante muchos años; y, aunque ahora la legislación es más severa y engordar ganado artificialmente es más difícil, dudo que, sobre todo en las grandes ciudades, donde entra carne de muy variados orígenes, pueda afirmarse con rotundidad: “Es imposible que la carne tenga clembuterol”. Es más, estoy convencido de que, si a comedores habituales de carne les hicieran los análisis que le han hecho a Contador, se obtendrían bastantes “positivos”.
Como la cantidad de clembuterol, en el caso de Contador, ha sido tan pequeña, los diarios L´Equipe y The New York Times se apuntan a la teoría de que el ciclista se ha hecho una autotransfusión, afirmando que se ha obtenido plástico, provenientes de la bolsa de sangre congelada, en los análisis. Yo pregunto: ¿es que el plástico de las bolsas de sangre es especial? Porque el agua se envasa en plástico y, si dejas una botella al sol, sabe a plástico que echa para atrás. También los congelados se conservan en plástico, igual que los alimentos envasados al vacío; y son de plástico casi todos los envoltorios alimenticios. Creo que todos daríamos positivo por plásticos, pero, sobre todo, yo me pregunto: ¿si Contador se hubiera hecho una autotransfusión, para que añadir una pequeña cantidad de clembuterol, que no aporta ningún beneficio y es detectable?
No sé, en el mundo del ciclismo no se puede poner la mano en el fuego por nadie, pero esa teoría franco-americana me suena, por una parte, a venganza deportiva, y, por otra, me recuerda el refrán: “Si la envidia fuera tiña, cuantos tiñosos habría.”
“ALONSO CHÁVARRI”