La de veces que hemos matado a alguien en Twitter. De pronto entras, ves que alguien es TT pinchas y empiezas a leer que ha muerto. Sabes que de lo que lees en Twitter debes fiarte lo justito, pero la duda ya está ahí. Luego resulta que el susodicho está muy vivo, claro.
Han sido ya varios los que han muerto y resucitado en la red, como Bon Jovi o Fidel Castro, pero para evitar que vuelva a pasar, la empresa ha puesto en marcha un nuevo código matemático que funciona como una máquina de la verdad gracias a un algoritmo capaz de aprender por si solo sin que el programador intervenga. El objetivo es desacreditar los rumores antes de que se propaguen.
En enero se publicará el estudio que muestra este algoritmo en Internet Research y los autores han evaluado 200.000 tuits emitidos a lo largo y ancho del planeta durante momentos relevantes de índole social y han encontrado que hay diferencias muy significativas en la forma en que se propagan