Tal y como están las cosas ahora mismo, poca chicha vamos a poder sacar del Twitter del recién estrenado Gobierno riojano. De sus 9 miembros, incluido el presidente, sólo dos tienen cuenta activa.
Begoña Martínez, consejera de Presidencia, María Martín, de Salud, Leonor González, de Desarrollo Económico y Antonino Burgos, de Fomento y Política Local no tienen cuenta creada (o por lo menos no con su nombre).
Por su parte, José Ignacio Ceniceros, presidente riojano, Abel Bayo, consejero de Educación e Íñigo Nagore, de Agricultura, tienen perfil, pero como si no lo tuvieran: O no han tuiteado todavía o la última vez fue hace mucho tiempo.



De los dos que tienen cuenta en Twitter, el consejero de Administración Pública y Hacienda, Alfonso Domínguez, es bastante activo, aunque sus publicaciones no son precisamente políticas: Mucho Juego de Tronos, The Walking Dead, bromas, retuiteos de cuentas chistosas, fútbol… y comentarios que no se sabe a qué se refiere.

Y el consejero pro en lo que a redes sociales se refiere es el de Políticas Sociales, Familia, Igualdad y Justicia, Conrado Escobar: 4.082 seguidores, cuenta actualizada casi a diario, tuits serios y políticos, retuits en la misma línea, foto de perfil con corbata, biografía explicativa y actualizada, se dirige directamente a los ciudadanos… te guste o no lo que publique, su uso de la red social como consejero es más que correcto.

Desde mi punto de vista, que en el año 2015 un consejero tenga Twitter es imprescindible. Llevar una cuenta no supone demasiadas complicaciones (un tuit o dos al día supone dedicarle tres minutos, o menos), sirve para promocionar tu trabajo, para escuchar de forma directa qué piensan de ti… En definitiva, les acerca a la ciudadanía, que es precisamente lo que muchas veces se les pide a los políticos.