100 gramos, 25 kilos, 21,097 kilómetros
100 gramos perdidos en dos semanas. Escaso bagaje viendo la evolución de las semanas y los meses anteriores. Pero me puedo dar con un canto en los dientes, que diría aquel. Porque he sido malo. Más malo que en los cuatro meses anteriores. Disfruté de un viaje de ocio a Madrid para ver el partido que enfrentaba a los Thunder y al Real Madrid en los ya tradicionales partidos que cada año disputa algún equipo NBA contra equipos europeos en la pretemporada. Cuatro días que incluían también desayunos, comidas y cenas fuera de casa con amigos.
En mi última visita al Centro de Nutrición y Dietética Nutrium, Paula Fernández me había puesto como deberes para estos días que me intentara comportar como si no hiciera dieta, como antes de empezar Objetivo 25 kilos, supongo que para medir hasta qué punto era capaz de controlarme sin pensar en comer sano y saludable.
Y me puse a ello. Cocido madrileño, fabes con almejas, callos, costillas a la barbacoa, berenjenas con miel y queso, tarta de orujo, alguna que otra cerveza y copas de vino, además de no demasiados espirituosos bajativos (léase gintonics) y alguna cosa más que cayó por el camino. No fueron unos días precisamente ejemplares.
Además, en estas dos semanas tuve un par de celebraciones familiares y de amigos, entre ellas mi propio cumpleaños (compartido con el pequeño de mis hijos). Vamos, un no parar.
Cierto es que, salvo esos días por la capital, el deporte estuvo muy presente con los entrenamientos preparados por Roberto Molina en el Centro de Fisioterapia y Medicina Deportiva Las Gaunas. Algo había que hacer para compensar mis salidas de tono.
Pero, como siempre, hay que hacer la lectura positiva: ni un gramo de más y cada vez más cerca de los 25 kilos menos.
Pronto ya tocará empezar a pensar en los siguientes meses, los más importantes y, según dicen muchos, los más difíciles. Porque lo complicado no es llegar, el reto es mantenerse. De hecho, mi planteamiento actual es bajar todavía un poco más, quizás hasta llegar a colocarme en una franja de entre 92 y 94 kilos. Más aún si me pongo a pensar en otro objetivo que se ha cruzado de repente en el camino.
Hablando por WhatsApp con un amigo (Alberto, para que veas que el compromiso es serio, ahí va por escrito), me recordó que en una conversación anterior habíamos comentado la posibilidad de correr una media maratón juntos. La típica charla con buenas intenciones pero pocas posibilidades de convertirse en realidad.
Yo jamás en la vida me había podido plantear correr dos horas seguidas para cumplir con los 21,097 kilómetros de la carrera. Es más, según lo escribo no puedo llegar a pensar en ser capaz de hacerlo. Pero, en el momento que estoy de mi vida, nada me parece ya imposible. Así que el siguiente paso fue plantearlo a Roberto.
Mi preparador físico es de esos a los que le ponen los retos. Sólo hay que contárselo. Él pone su sonrisa picarona y responde un ‘¿Por qué no?’. La única duda que se le planteó fue el estado de mi tendón de Aquiles. ‘Si está bien, no habrá ningún problema’.
Y en esas estoy ahora mismo. Asimilando que ya tengo otra meta, con una fecha aproximada que se sitúa en el último fin de semana de mayo de 2017, en la media maratón que organiza Diario LA RIOJA y que este año alcanzó el cuarto de siglo de vida. Una fecha ideal, porque coincidirá prácticamente con el año del comienzo de ‘Objetivo 25 kilos’. Cuando empezó todo, hablamos de un proceso largo, de un año, para cumplir con todas las etapas convenientemente. Así que será entonces cuando podamos comprobar con una prueba importante si el éxito, que hasta ahora es bárbaro, es total.
Ahora toca escuchar también a Paula y ver en qué puede cambiar mi alimentación de cara a combinarla de la mejor manera posible con los entrenamientos en pos de llegar a mayo en condiciones óptimas.
Ya veis. Aún no he alcanzado los 25 kilos perdidos y ya van surgiendo nuevos retos.
No me canso de insistir en que este camino está resultando apasionante, hasta divertido, y me está abriendo nuevos caminos que nunca esperaba que se me plantaran en el camino. En estos meses, no hago más que descubrirme y conocer que hay muchas cosas que uno puede hacer si se lo propone y va acompañado por las personas adecuadas, como es el caso.