¡La exposición está inaugurada! Se abre el telón -perdón, la botella de vino- y desde el pasado martes día 8 y hasta el próximo 27 del presente mes de Septiembre, encuadrada dentro de las actividades del Rioja y los Cinco Sentidos, podemos por fin disfrutar de un espectáculo sensorial a propósito del vino. En esta exposición -¡nunca es tarde si la dicha es buena!- se reivindica la fase visual de la cata, los colores de los vinos, desde una perspectiva genuina que va mucho más allá de la mera apreciación visual de un vino y de la incierta o dudosa información que esta suele transmitir.
Paula Gutiérrez, la artista y autora confesa de esta propuesta, tiene como aval personal el hecho de ser hija de Juan Marcos, sumiller y profesional avezado de larga experiencia en las plazas hosteleras de Logroño. Igualmente se debe apuntar en su haber su recién terminada licenciatura en Bellas Artes. Podemos decir por tanto primero: conoce bien el vino y sus múltiples significados gracias a su padre; y segundo: se postula a si misma como una joven artista con entusiasmo y ganas de crear sin complejos. Su exposición VIN-ARTE es todo un acierto al proponer formas rompedoras de acercarse al vino, a su simbología y a su apreciación sensorial.
JUVENTUD Y ARTE EN LA VETUSTA ESTACIÓN ENLÓGICA DE HARO
Teníamos ya el regalo del noble conjunto de edificios que conforman la estación enológica de Haro y que todavía nos habla de lo que supuso para la ciudad los años finales del siglo XIX. Y ahora, dentro de su Centro de Interpretación del Vino (en donde tengo el gusto de impartir los cursos de cata todos los fines de semana) se ha ubicado esta exposición artística que viene a vestir de radiante modernismo algo tan atávico como es el vino y sus connotaciones.
Impacta visualmente encontrarse un bosque de copas invertidas e impregnadas de los colores de vinos que sugieren estar recién bebidos y cuyo espíritu parece flotar en una suerte de limbo… ¡a través del cual puedes aventurarte y pasear! Admirable y muy atractiva sin duda esa invitación a regocijarte doblemente: poder sentir el vino dentro de ti a la vez que su espíritu revoloteando a tu alrededor.
No deja de ser una visión rompedora, inovadora del vino, por otra parte tan cargado de historia y de referencias artísticas através de los tiempos. Su simbología se muestra con una plasticidad rayana en lo mágico. Y este es precisamente su acierto, ya que la magia siempre es algo perfectamente válido pero el vino sobre todo está imbuído por un halo de magia: aquella que se dirime por las sensaciones sugeridas tras su ingesta y que revierten en oleadas de auténtico placer sensual.
Pues nada, felicitar a Paula y que cunda la obra y el ejemplo.