No sabemos qué será de Wine Future. Rioja 09; ni del futuro del vino en el mundo en general y en La Rioja en particular. Pero sí sabemos ya que el macroevento Wine Future. Rioja 09, promovido y organizado por Pancho Campo MW, pagado sustanciosamente por el Consejo Regulador de la DOC Rioja, y que se celebrará en Logroño en la segunda semana de Noviembre, no parece nacer con buen pie. ¿Por qué? Bueno, ya de entrada está siendo salpicado por el asunto que afecta a su promotor (quien quiera conocer los detalles, que acuda al blog vecino de Manuel Camblor, en donde enlaza con los pormenorizados detalles y las averiguaciones que Jim Budd ha publicado en su blog al respecto).
Pero, al menos para mí, el asunto de fondo no es ese. Wine Future se celebrará, supongo, y será un éxito entre otras causas porque será un foro donde renombrados lumbreras del mundo del vino – Jancis Robinson, Spurrier, etc; y, claro, ¡el mismísimo Robert Parker Jr.! ¡aleluya! – hablarán no sé si de lo divino (de lo humano del vino seguro que no) o del presente y futuro de este negocio. Y catarán unos cuantos vinos seguro que muy ricos. De La Rioja serán sólo dos ¡qué cosas!
No, no es ese el asunto. Lo que sucede es que yo no podré asistir porque no puedo permitirme el desembolso insultante de euros que piden para poder entrar a escuchar lo que el amigo americano y la contrarréplica británica tengan que decir.
¿Propondrán pautas de actuación para que los agricultores de Sajazarra, de Badarán, de Ausejo u otros de otras zonas vinícolas optimicen en clave de calidad las uvas de sus viñas?
¿Facilitarán a los bodegueros ideas consensuadas y no exploradas aún para que elaboren vinos mágicos que sean pura expresión del tan manido concepto “terroir”?
¿Sorprenderán al auditorio con propuestas novedosas que faciliten la socialización del vino en los mercados de destino?
Viñedo en la rioja alta a los pies de los Montes Obarenes, 11/10/2009
Yo tendré que enterarme por lo que me cuente algún asistente o lo que saque de la prensa. Pero no sé por qué me da la sensación que el evento gira en torno, y tiene razón de ser, por el reclamo del gurú renombrado. Antiguamente, el Impero Romano vendía en sus colonias los espectáculos del circo con bestias y mucha sangre; hoy, el imperio americano, nos vende películas y coca-cola. Y eventos como del que estamos hablando para los patricios de las provincias americanas colonizadas donde, al menos, correrán ríos de sabroso vino tinto.
VINO INGLÉS
Por aquello de que el inglés es mi segunda lengua, de vez en cuando me doy una vuelta por blogs o páginas web de este mundo del vino nuestro de cada día. Me paso por Nueva Zelanda o por Italia y, por supuesto, por el Reino Unido que – no olvidemos- fue y continúa siendo el que conformó y comanda el negocio del vino. Y me encuentro, por ejemplo, a Jancis Robinson en su página web escribiendo con todo desparpajo, a dos meses vista, acerca de la bondad de la cosecha del presente año en cualquier DO francesa. ¿Realmente un MW puede decir que la calidad de la cosecha será tal o cual cuando ni se ha vendimiado ni mucho menos han terminado las vinificaciones? Vale, probablemente la añada 2009 será para recordar en Francia, ya veremos. Hace cuatro u ocho años leía cosas similares a propósito de este tema o de otros aledaños. Y siempre con el mismo subfondo: dar pábilo, despertar expectativas para que el mercado británico siga comprando los vinos con “pedigree” de zonas productoras francesas. Eso está pero que muy bien, oiga. (De vez en cuando hay algún hueco para las españolas.) Luego en otra ocasión escucho la opinión que le merece a Jancis Robinson los “bloggers” u “otros” escritores del vino, (¿me podría encuadrar yo ahí? ¡Qué osadía!) desde esa postura elitista, claro. O sea, más de lo mismo, Wine Future. Rioja 09.
A Jhon Radford tuve la oportunidad – perdón, me di la oportunidad – de hablar con él un rato en la pasada edición de Fenavin; y al menos él, con su derroche de humanidad patente, resulta más accesible. Pero siempre es lo mismo, negocio puro y duro.
Si son tan buenos y transmiten tan bien todo lo relacionado con el negocio del vino, ¿por qué no “curran” –es un decir- como hago yo impartiendo cursos de apreciación sensorial del vino “face to face”, cara a cara, con veintidós personas durante dos horas por unos cuantos euros? ¿O por qué no transmiten eso que ahora llaman cultura del vino de un modo altruista, como hago yo? Porque si te gustan los vinos y la magia de la apreciación sensorial, lo más reconfortante es poder ayudar a esas personas que ansían conocer y aprender para disfrutar mejor del vino. Pero bueno, siempre habrá niveles.
INVERTIR CON SENTIDO Y A LARGO PLAZO
Lo que quería decir es que Wine Future. Rioja 09 será un éxito mediático, seguro. ¿Mediático en el mundo del vino quiere decir cercano y válido para quienes gustan de los vinos? Me temo que no. Yo abogo por la socialización del vino de calidad como vector de futuro para los productores.
Este sí puede ser el futuro: aclareo de racimos después de lluvias 11/10/09
Viñedo en la rioja alta.
Lo que quería decir es que sí, está muy bien un macroevento orquestado para lucimiento de encumbrados gurús; a mí probablemente me interesará algunas de las cosas que digan, espero. En cuanto a la cata de las garnachas, vamos a dejarlo estar. Lo que quiero decir es que, estando muy bien todo eso, ¿cómo puede ser que, a estas alturas de civilización, llegue un señor licenciado o un señor superexperto a hacer agujeritos en mentes provincianas para llevarse la “pasta”? ¿No sería mejor gastar esta en labores de promoción verdaderas y más terrenales, en vez de estratosféricas? ¿Qué hay de esa labor de zapa, constante y diaria, de llevar los vinos de la DOC Rioja y promocionarlos dándolos a catar directamente a los consumidores en sus lugares de origen en cualquier punto del globo terráqueo, como por cierto hacen los de otras zonas productoras?
Con una parte del costo pagado para este evento se podría comprar una buena cantidad de vino a bodegas de la DOC Rioja (revirtiendo así en estas la plusvalía que generan), pagar a unas cuantas personas con conocimiento y entusiasmo, y llevar los vinos y vender Rioja a posibles consumidores para que descubran, para que disfruten de La Rioja… socializando así el placer que los vinos procuran. Pero bueno, eso será en la próxima década, cuando pase la fiebre elitista de los gurús y los macroeventos y quieran hacer caso a los deseos de la mayoría de los mortales que sólo apetecen un vino para disfrutar y quizá soñar algún rato que otro.